Elon Musk planea la guerra total contra OpenAI y Microsoft en los tribunales... y, según temen sus rivales, también en la política

  • Ha presentado una demanda para paralizar la transición de OpenAI a compañía con ánimo de lucro

  • En unas semanas, Musk contará también con cargo gubernamental

El conflicto entre el magnate tecnológico Elon Musk y OpenAI podría tener implicaciones profundas para la industria de la inteligencia artificial. OpenAI, que ha dependido hasta ahora de fuertes inversiones de Microsoft, se enfrenta presiones para completar su transición a una estructura con fines de lucro mientras busca mantenerse competitiva frente a sus rivales en el sector de la IA.

Ahora, en una nueva etapa de un conflicto que aúna tanto enfrentamientos legales como rivalidades tecnológicas, Musk ha subido la apuesta en su pulso contra OpenAI (y contra el principal socio estratégico de éste, Microsoft).

Y esto no sólo se ha reflejado en el ámbito de los tribunales, sino que sus rivales temen que también lo haga en el campo político, ahora que Musk está a punto de entrar a formar parte del nuevo gobierno estadounidense liderado por Donald Trump.

El corazón del conflicto: la transformación de OpenAI

El enfrentamiento entre Musk y OpenAI tiene sus raíces en la conversión de esta última de una organización sin fines de lucro a una estructura híbrida con margen para el fin de lucro en 2019, un movimiento que Musk considera una traición a la misión original de la compañía.

Según Musk, OpenAI (compañía que él mismo cofundó en 2015) fue concebida para democratizar la inteligencia artificial, pero su búsqueda del lucro desvirtuó hace años ese propósito.

Musk argumenta que OpenAI, bajo la dirección de Sam Altman, ha utilizado fondos, influencia y alianzas estratégicas, particularmente con Microsoft, para dominar el mercado de la inteligencia artificial a expensas de sus rivales, incluida su propia empresa de IA, xAI.

En su última demanda, presentada a finales de la semana pasada, Musk busca obtener una orden judicial para detener el proceso de transición de OpenAI a una compañía tradicional, argumentando que dicha transformación representa un daño irreparable para la competencia y para los principios originales de la organización.

Las acusaciones contra OpenAI y Microsoft

En el documento presentado ante el Tribunal del Distrito Norte de California, Musk y sus abogados acusan a OpenAI y Microsoft de una serie de prácticas anticompetitivas, entre las que destacan:

  1. Exclusión de financiación a competidores: Según Musk, OpenAI ha instado a sus inversores a no apoyar financieramente a empresas rivales como xAI.
  2. Intercambio indebido de información competitiva: Se señala que Microsoft, principal inversor de OpenAI, ha compartido información sensible que perjudica a los competidores.
  3. Autobeneficio financiero: Altman y otros ejecutivos han sido acusados de favorecer a empresas en las que tienen intereses personales, como el caso de Stripe, seleccionado como procesador de pagos de OpenAI.

Por su parte, OpenAI ha calificado estas acusaciones de "infundadas", mientras que Microsoft se ha mantenido oficialmente en silencio al respecto.

Elon Musk, Sam Altman y la política

El enfrentamiento entre Musk y Altman trasciende el ámbito profesional: Musk, en una entrevista reciente, expresó su desconfianza hacia Altman y calificó a OpenAI como una "amenaza para el futuro de la Humanidad". Más tarde, usó su cuenta en X para atacar directamente a Altman, apodándolo "Swindly Sam" (Sam el Hinchable), y fijando correspondencia personal entre ambos como publicaciones destacadas.

Ahora, según señala el Wall Street Journal, Altman teme que Musk, quien se ha convertido en una figura central en el círculo íntimo del presidente electo, pueda utilizar su influencia para moldear las políticas gubernamentales hacia la inteligencia artificial.

Esto podría incluir regulaciones favorables a xAI y más estrictas para rivales como OpenAI. No es que OpenAI no haya realizado una extensa labor de lobby para lograr eso mismo, claro (tanto en EE.UU. como en Europa).

Altman habría intentado compensar esa influencia tendiendo puentes con figuras clave del equipo de Trump... un intento que, por ahora, no ha tenido éxito, lo que lo deja en una posición vulnerable frente a Musk.

En Genbeta | Hace seis meses acusaron a Sam Altman de falta de sinceridad y lo despidieron de OpenAI. Ya vamos viendo que podían tener razón


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