Elon Musk es propietario de diversas compañías tecnológicas cuya relevancia provoca que cada cierto tiempo sea llevado al candelero mediático: entre ellas destacan Tesla, SpaceX o Twitter… siendo ésta última la que prácticamente monopoliza sus más agrias polémicas en los últimos tiempos.
Sin embargo, esta vez ha sido otra de sus compañías la que ha logrado arrastrarle a los titulares: Musk es propietario de Starlink, una compañía que ofrece conectividad en diversos lugares del planeta gracias a la amplia red de satélites que tiene desplegados sobre nuestro planeta.
Ayer, otro empresario tecnológico le acusaba en Twitter —vaya, al final sí está Twitter de por medio— de haberse inmiscuido en la guerra entre Rusia y Ucrania en favor del primer país
"Elon Musk dio instrucciones encubiertas a sus ingenieros para que desactivaran la red de comunicaciones por satélite de Starlink durante una importante ofensiva ucraniana. […] contra la flota naval rusa.
Los drones submarinos ucranianos, armados con explosivos, perdieron misteriosamente la conectividad mientras avanzaban hacia los buques de guerra rusos. Ahora sabemos que Musk desactivó intencionadamente Starlink".
En realidad, el tuitero en cuestión —Mario Nawfal— aparentemente realizó el comentario respaldando la acción de Musk ("No importa de qué lado de la guerra estés, todos queremos evitar un conflicto nuclear, y las acciones de @elonmusk pueden haber evitado precisamente eso"), sin embargo, no ha logrado más que regalarle con lacito una tormenta mediática.
Musk se vio obligado hace unas horas a aclarar a Nawfal —que citó como fuente de la información un dato contenido en la biografía de Musk, de inminente lanzamiento y escrita por Walter Isaacson— que "Starlink no llegó a activarse en esa región. SpaceX no desactivó nada".
Musk y los líos de la geopolítica
Podría haberlo dejado así, y probablemente el ruido habría sido mucho menor, pero luego quiso ahondar en la explicación:
"Hubo una petición de emergencia de las autoridades gubernamentales para activar Starlink hasta Sebastopol. La intención obvia era hundir la mayor parte de la flota rusa anclada.
Si hubiera accedido a su petición, entonces SpaceX sería explícitamente cómplice de un importante acto de guerra y escalada del conflicto".
Y ha sido este último comentario el que ha provocado toda clase de ataques, con una multitud de tuiteros (y varios altos funcionarios ucranianos) argumentando que negarse a actuar contra el invasor equivale a actuar a su favor.
Un posicionamiento éste más complejo de lo que parece, pues abre la caja de Pandora de considerar que las empresas privadas tienen un deber hacia los esfuerzos bélicos no ya sólo de sus propios gobiernos, sino de gobiernos extranjeros… y legitima una política del 'conmigo o contra mí' que hubiera convertido a la neutral Suiza en "aliado de Hitler" en la Segunda Guerra Mundial.
Musk sí activó Starlink para favorecer a un país, pero no al que tú crees
Pero incluso dejando de lado esas disquisiciones éticas y geopolíticas, la acusación contra Musk es una que muchos encontrarán injusta si tenemos en cuenta que, durante los primeros días de la guerra, cuando los ataques rusos destrozaron las infraestructuras de comunicación en gran parte del país, Musk atendió a las peticiones ucranianas…
…y Starlink se convirtió en una fuente crucial de conectividad gratuita (es decir, financiada por la propia Starlink) en todo el territorio ucraniano… el cual no incluye a Sebastopol, capital de la provincia rusa de Crimea.
Con el tiempo (tras medio año de invasión), Musk restringió el uso de Starlink por parte del ejército ucraniano en regiones controladas por Rusia e hizo ademán de dejar de financiar el servicio, pidiendo al Departamento de Defensa estadounidense que asumiera los costes… si bien pocos días después declaró estar dispuesto a seguir financiando el servicio en Ucrania indefinidamente.
Imagen | Por Marcos Merino mediante IA
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