La crisis catalana domina de forma casi absoluta la actualidad española. Primero el procés, en el epicentro el 1-O, después la DUI, entremedias la salida de empresas, a continuación la aplicación del 155, en los últimos días la marcha del expresidente Puigdemont a Bélgica... Hasta que del asunto catalán se hizo eco la prensa internacional y, ayer, también el Senado de los Estados Unidos.
En la comparecencia de los representantes de Twitter, Facebook y Google ante el comité encargado de analizar el impacto de las injerencias rusas en las pasadas elecciones presidenciales se coló Cataluña. Fue en boca de un senador demócrata, Martin Heinrich, declaraciones que podemos ver a partir del minuto 1:38 de este vídeo subido a su canal de YouTube.
Quiero pasar a la revista rusa RBC, que reveló recientemente que una fábrica de trolls de San Petersburgo empleaba cientos de trolls, incluidos noventa dedicados solamente a Estados Unidos, y gastaron unos 2,3 millones de dólares en 2016, la mayoría en política estadounidense. Contactaron con activistas estadounidenses y les ofrecieron miles de dólares para organizar protestas.
Sus plataformas son globales, no son sólo plataformas estadounidenses, y hay fuentes de información abierta substanciales que reportan ahora mismo, sugieren, que actividades divisivas similares pueden estar ocurriendo, por ejemplo, en la región de Cataluña de España ahora mismo. ¿Qué están haciendo ustedes ahora mismo para asegurarse de que sus plataformas no se usan de formas divisivas similares por todo el mundo para sembrar la discordia en las democracias occidentales? ¿Y en particular con el ejemplo de Cataluña, están enterados de lo que están haciendo allí?
Tras unos segundos de silencio, contestó en primer lugar el representante de Facebook en el Comité Selecto del Senado sobre Inteligencia, Colin Stretch.
Senador, estamos enfocados en prevenir esta forma de abuso a nivel mundial. Por lo tanto, cuando decimos que tenemos la obligación de proteger la plataforma de ser utilizada para el abuso, esa es una obligación global. Así pues, nos centramos en las elecciones que están en el calendario, entre ellas las elecciones catalanas [refiriéndose al referéndum ilegal] que han tenido lugar recientemente.
Además de las otras elecciones que se avecinan en el calendario, nos concentramos en asegurarnos de que todos los actores de la plataforma cumplan con la ley local como sugirió el Sr. Walker [portavoz de Google en la vista] antes, y nos sentimos obligados a asegurarnos de que cualquier actor extranjero amenazante que intente socavar la democracia en cualquier lugar sea eliminado de la plataforma.
Interpelados a contestar con una respuesta afirmativa o negativa por el senador de Nuevo México, Sean Edgett, el portavoz de Twitter en el comité, fue mucho más comedido refiriéndose al conocimiento de la cuestión catalana: "Creo que sí, pero necesitaré hacer un seguimiento".
Kent Walker, representante de Google, se limitó a afirmar que de forma constante eliminan "cuentas fraudulentas y engañosas" de sus servicios, manifestando su desconocimiento sobre las preguntas referidas a Cataluña. "No estoy familiarizado con los detalles", afirmó ante Heinrich.
La supuesta conexión rusa con el independentismo catalán
Aunque Rusia, su Gobierno y su presidente, Vladimir Putin, ven el conflicto entre las depuestas autoridades catalanas y el actual Gobierno español como un "asunto interno", medios e intereses que orbitan alrededor del Kremlin han demostrado una gran atracción hacia él.
Desde la línea editorial que siguen medios vinculados al poder ruso en la cobertura de la crisis como Russia Today o Sputnik, a los crecientes movimientos comprobados en redes sociales en apoyo al secesionismo, la predilección por el asunto parece clara. El Gobierno de España, según el eurodiputado del PP González Pons, tendría pruebas del apoyo en redes de Rusia al movimiento independentista, aunque no han sido difundidas.
Fuera de nuestro país, precisamente en Estados Unidos, el diario The Washington Post publicaba un editorial el pasado 2 de octubre titulado "Cataluña celebró un referéndum. Rusia ganó".
La fría respuesta de los líderes de la Unión Europea a la petición de apoyo del Sr. Puigdemont debería haber moderado sus ambiciones. La Comisión Europea respaldó a Madrid al calificar el voto como ilegal y dijo que una Cataluña independiente no sería parte de la unión. El presidente Trump también rechazó el movimiento de independencia; los únicos apoyos de los nacionalistas catalanes son los separatistas escoceses, el gobierno paria de Venezuela y el aparato de inteligencia y propaganda de Rusia, que movilizó a sus medios de comunicación y bots en redes sociales en apoyo de los separatistas. Moscú, evidentemente, percibe el movimiento catalán como otro vehículo para dividir y debilitar al Occidente democrático.
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