Además de ser una buena solución para las personas que buscan alojamiento en una ciudad turística, Airbnb genera desde hace años un debate acerca de los límites que deben establecerse en cuanto a la oferta y la temporalidad.
Ayer precisamente conocíamos una nueva ley que reduce a la mitad la cantidad de días que pueden alquilarse las propiedades mediante Airbnb en Ámsterdam. Hoy vamos a analizar el estado de esta plataforma en Madrid, con algunos datos bastante sorprendentes.

Javier Gil publicó hace unas horas un hilo en Twitter en el que, recopilando datos de Inside Airbnb, mostraba el preocupante estado actual del mercado de Airbnb en la capital de España.
Para empezar, el dato que más llama la atención es que el 3% de los usuarios controlan el 14% del mercado, teniendo en su poder entre 6 y 20 ofertas. A continuación se puede ver una tabla con la distribución de las ofertas según el número de ofertas por usuario:

Por si fuera poco, el 0,48% de los usuarios madrileños controlan el 8% del mercado, significando que 34 usuarios tienen 1.027 ofertas en la plataforma. Esto se aleja de la premisa principal de Airbnb, que buscaba ser una solución para que personas individuales pudieran ofrecer su domicilio a posibles turistas.
Adiós a la ilusión de alquilar sofás o camas libres
Recordamos que el nombre es un acrónimo de "airbed and breakfast" (colchón inflable y desayuno), una propuesta colaborativa que vemos que está lejos de cumplirse. Además de copar la oferta, es complicado vivir en una comunidad de vecinos en la que contínuamente están entrando y saliendo personas distintas.
Si en Madrid se aprobase un modo de hospedaje entre particulares a 90 días, al igual que ocurre en otras metrópolis, se conseguría reducir la oferta en un 11,26%. En el caso de Madrid, el 4,3% del total corresponde al modelo P2P (90 días), mientras que el 95,7 está relacionado con especuladores y empresas que responden al modelo "profesional".
José Manuel Calvo, concejal de Desarrollo Urbano Sostenible del Ayuntamiento de Madrid, publicaba hace unos días un tuit en el que criticaba el decreto de Cristina Cifuentes para regular las viviendas turísticas en la capital:
📢
El decreto de @ccifuentes para (des)regular las Viviendas Turísticas ha conseguido un consenso unánime: todo el mundo lo rechaza. Vecin@s en contra y hoteleros también.
Nosotros sí nos tomamos en serio este problema y en breve anunciaremos más medidashttps://t.co/L9dHpkgMd6
— José Manuel Calvo (@josemanuel_co) 9 de enero de 2018
Miguel Sanz, director general de turismo de Madrid Destino (empresa municipal que se dedica a la gestión cultural, turística), aseguraba a finales de diciembre que el 90% de la oferta que tiene Airbnb en su plataforma en Madrid es ilegal.
“Están realizando una actividad económica cuando en realidad dicen que se trata de economía colaborativa, y no comparten información con las administraciones”.
Ayer presenciamos como cada vez hay más ciudades que están intentando frenar el avance de Airbnb, prohibiendo que los profesionales puedan alquilar propiedades los 365 días del año y a más de cuatro personas por noche.
Además de los problemas para los vecinos, la sed de negocio ha ocasionado que en muchas ciudades turísticas suban los precios de los alquileres, algo que repercute negativamente en los ciudadanos que viven allí todo el año.
En Genbeta | El secreto de los precios bajos de Airbnb está en las ventajas fiscales, según el Financial Times
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iberhack
Es cierto que un porcentaje de los que ponen ofertas (2,66+0,47%) pues seguramente sean profesionales... pero aun así entre ambas apena superan ligeramente el 22% de toda la oferta. El resto es cuando menos poco probable que sea profesionales... Realmente el >75% son particulares con casi toda certeza, del siguiente veintiuno por ciento, casi con toda seguridad la inmensa mayoría deben de ser también particulares. Mucha gente sin ser especuladores, pues tienen unos ahorros y viendo que en el banco no están a salvo (preferentes, subordinada, deuda "sorpechosa", células hipotecarias, fondos que ni los del banco saben en que está el dinero, acciones....) sumado a tipos de interés de mierda en combinación con precios muy bajos del mercado inmobiliario, pues han invertido en vivienda (mala inversión, porque de cara a impuestos es una inversión desastrosa, después si alquilas hay mucho riesgo, después si vendes no vas sacar nada o prácticamente nada porque los que ganan es la administración vía impuestos: plusvalías, impuesto de transmisiones patromoniales, IRPF..., pero la gente piensa que es como en otra época) y así hay familias con 1 o más viviendas que no usan... E intentan sacarle una rentabilidad para cubrir costes... porque tener una vivienda es peor que tener un coche: si se decía que un coche era uno más a la hora de comer, una segunda vivienda es como duplicar la familia: aunque no la uses tienen que pagar unas cantidades por suministos, hay que pagar impuestos, comunidades, derramas... Pero quien se fía de alquilar a inquilinos normales ya en España, que sabes cuando entran y como estaba la vivienda... pero después si no quieren pagar jodidísimo largarlos, después que muchas veces las viviendas acaban destrozadas... y las leyes protegen a los inquilinos, no a los arrendadores. La solución son alquileres puntuales a través de plataformas como Airbnb. Esos alquileres generan muchísimo más dinero, como los que alquilan suelen ser a muy corto plazo, pues no hay problema de inquilinos morosos...
Que hay algunos profesionales en medio, pues sí, pero realmente son una minoría y no como lo pintan en el artículo.
juanmcm
El problema que le veo no es tanto quien está delante o detrás de las ofertas de Airbnb sino que en muchas ocasiones las personas que dicen ser distintas, luego resulta que son personas que trabajan para una misma empresa.
No lo veo en Madrid pero lo he vivido en Milán, que estuve en el pasado verano y me sorprendió esta situación y luego que alquilé una habitación en un piso para estudiantes compartido, me manda un mail el dueño en el que me ofrece un cambio dentro de la zona a un loft y resulta que el tenía varios anuncios en la plataforma.
He intentado acceder a dichas ofertas para informarme sobre estas prácticas y desde octubre su perfil está borrado. ¿Casualidad?
A ver, en ningún momento digo que todos sean así, pero gracias a los malos hábitos las plataformas y empresas tienen mala fama.
Quiero dejar claro que las medidas que ahora exigen las administraciones (algunas, no todas) como registro de los huéspedes y la reducción del tiempo máximo de pernoctaciones me parece un paso lógico y espero que pueda servir de algo para mejorar la situación.