Bueno, pues después de que mi compañero Sacha haya defendido el hecho de la música en la nube voy a hacer lo propio pero a la inversa. Si, estoy en contra de la música en la nube, bueno en contra no, simplemente me parece que no es tan bonito como nos lo pintan. Voy a explicarme para que me podáis entender y ya deis vuestra opinión.
Programas como Spotify me parecen un tremendo avance y a día de hoy casi imprescindible. Me encanta Spotify, lo uso prácticamente a diario, pero no creo que jamás pueda sustituir a mi iTunes, o al menos no con el concepto que tenemos hoy día de la música y las descargas.
Catalogo dependiente
El catálogo de Spotify o Last.fm es bastante grande, inmenso diría. Sin embargo hay grupos muy concretos que o bien no hay ni una sola canción de ellos, o bien las había y ya no están. Además siempre tendremos que estar pendientes de que a las discográficas no les de por cerrarnos el grifo y ¿entonces que?, habrá que empezar de nuevo.
En Spotify se puede encontrar casi toda la música habida o por haber, pero sinceramente, yo no necesito eso. Tengo un iPod de 30 gigas y no tengo ni quince llenos. Está bien poder acceder a toda la música posible a golpe de click, pero tampoco lo veo como algo tan grande. Yo personalmente no necesito acceder a toda la música del mundo a cada instante.
En mi ordenador yo puedo tener la música que quiera y, si no se me rompe mi disco duro, siempre la tendré ahí, sin depender de contratos con discográficas ni cosas por el estilo. Es la gracia de lo offline.
Disponibilidad dudosa
Otra de las gracias de Spotify es que, si tenemos internet, tenemos música. Bueno, se me ocurren muchos sitios donde no tengo internet, un avión, un pueblo alejado de la urbe o la playa. Ni si quiera con una tarifa de datos de las que tenemos hoy día podríamos tener una experiencia aceptable de cualquier servicio de estos.
Además de que, actualmente, Spotify no funciona en todos los países de mundo. ¿Entonces en que quedamos? La música que llevo en mi portátil o mi iPod siempre estará ahí, y esta si que podré escucharla cuando quiera y donde quiera, sin depender de nada más.
Conocer nuevos grupos
Con Last.fm o Spotify podemos descubrir nuevos grupos, eso si que es verdad. Pero eso no significa que con la música que tenga en mi ordenador no pueda. Las listas Genius de iTunes son un ejemplo claro de esto. O sino haciendo scrobling a nuestra cuenta de Last.fm de lo que escuchamos.
Quizás no sea algo tan eficiente como puede serlo Spotify o la radio de Last.fm pero también funciona.
Gratis (pero con reservas)
Aunque en España hay bastantes dudas al respecto sobre si descargar música con derechos de autor de internet es legal o no en principio no vamos a entrar en ese tema. Es cierto que Last.fm y Spotify son servicios completamente gratuitos, pero ¿y que?
Tener cuenta de usuario en cualquiera de estos dos servicios solo me da derecho a escucharla a través de sus aplicaciones. Sin embargo la música que yo compre o descargue de manera legal de internet es mía, y mientras que el DRM no diga lo contrario puedo hacer con ella lo que quiera.
Si me quiero copiar un CD para el coche estoy en mi derecho, si la quiero sincronizar con mis reproductores de MP3 puedo hacerlo. O incluso un tono para el móvil si me apetece. De la otra forma lo único que puedo hacer es escucharlo en el ordenador o a través de las opciones móviles que tienen estos servicios, pero nada más.
Si quieres más tendrás que pagar aunque a veces ni si quiera tienes esa opción y tendrás que recurrir a Amazon o iTunes para poder descargarte la música.
Esta es mi opinión, y aprovecho para decir que mientras escribía esto escuchaba la discografía de The Strokes en Spotify.