China es un referente en la IA, pero también en el espionaje. "No pueden hacer nada al respecto, así que siguen con sus vidas"

John Ruwitch, periodista que lleva décadas cubriendo la actualidad de China, arroja luz sobre cómo lleva su sociedad el espionaje masivo

Tras el lanzamiento de ChatGPT hace un par de años, el mundo se ha acostumbrado rápidamente a la aparición de herramientas y plataformas que integran tecnologías basadas en inteligencia artificial generativa. Si bien Estados Unidos toma la delantera en este jovencísimo sector con los avances de firmas como OpenAI, Microsoft o Google, China, que es otro país donde se están realizando grandes esfuerzos en este campo, opta por integrar la IA en su sociedad de una manera mucho más extendida.

En el país, más de 600 millones de personas utilizan modelos de lenguaje de IA, todo a través de herramientas tipo chatbots, o aplicaciones para generar imágenes, audio, fragmentos de vídeo, o plataformas de desarrollo para entrenar estos modelos. Sin embargo, hay un lado oscuro de esta tecnología en China que su sociedad lleva años viviendo y del que están más que acostumbrados: la vigilancia y el espionaje.

La IA ha impulsado aún más las tecnologías de espionaje en China

El medio NPR ha ofrecido una entrevista junto a John Ruwitch, periodista experto en asuntos internacionales que lleva décadas cubriendo la actualidad de China. En ella, además de hablar de múltiples temas de ámbitos sociales y políticos, también han dejado un espacio para hablar del auge de la inteligencia artificial en China y cómo vive su sociedad el hecho de que durante años sean víctimas del espionaje masivo por parte de su Gobierno.

“Existe un malestar al respecto, aunque cuando se trata del uso o la recopilación de datos por parte del gobierno, la gente es bastante práctica. No pueden hacer nada al respecto. Así que siguen con sus vidas. Como se ha visto, en cualquier cruce de una ciudad china hay 10, 20 o 30 cámaras de vídeo apuntando en cualquier dirección y un número desconocido de sensores que pueden captar señales de teléfonos móviles y analizarlas”, comentaba Ruwitch al ser preguntado sobre qué piensa la sociedad de China sobre este tema.

La vigilancia es un aspecto que ha rodeado a la sociedad China desde hace décadas. Y es que con el avance de las tecnologías de inteligencia artificial, cada vez es más sencillo recopilar información del usuario a través de múltiples dispositivos, ya sea por medio de aplicaciones que en segundo plano registran cualquier comportamiento del usuario (una tendencia que no es exclusiva de China), cámaras y sensores en las calles, tecnología y escáneres biométricos, y similares.

Uno de los ejemplos destacados que se mencionan en la entrevista acerca del uso de la inteligencia artificial para este propósito es cierta tecnología desarrollada por iFlytek, una compañía con múltiples proyectos de IA y que actualmente se encuentra en la “lista de entidades” de los Estados Unidos por su supuesta implicación con el Gobierno de China para utilizar la IA y software de reconocimiento para grabar cada llamada que se hace en el país.

“No tienes suficiente gente para escuchar todas esas llamadas, pero ahora la inteligencia artificial sí puede escucharlas todas”, comentaba Steve Inskeep, de NPR, que ha sido el encargado de entrevistar a Ruwitch. “Correcto”, le responde. “Y han estado probando esto. En las redes sociales chinas, desde hace años tienen una especie de proto IA que busca palabras clave, frases, imágenes y las censura y bloquea a las personas que las publican automáticamente. Está dirigido por algoritmos”, continuaba.

“Una vez charlamos con esta mujer que tenía 20 años, haciendo prácticas en una empresa de tecnología. Le habían cerrado la cuenta de WeChat porque había publicado un comentario sarcástico. No era una disidente. No abogaba por derrocar al Partido Comunista de China. Sin embargo, le cerraron la cuenta durante un tiempo porque publicó algo que no les gustó”, afirmaba Ruwitch.

Kimi AI al ser preguntado por un tema sensible para el Gobierno

Desafortunadamente, la libertad de expresión es un derecho compactado en unos márgenes limitados en China. Según Ruwitch, muchos de los ciudadanos con los que ha establecido contacto están molestos con este tema, infelices de hacia dónde está yendo el país. Ruwitch apunta que hay muchos factores que avivan esta sensación de decepción por parte de la ciudadanía en China, entre ellos el “uso que se le da a la tecnología, el cada vez más estrecho espacio para la expresión personal, la débil economía, el problema de la vivienda” y más.

La censura en las herramientas de IA en China es algo que también hemos vivido en Genbeta tras probar apps tales como Kimi AI, chatbot desarrollado por Moonshot. Aquí, cuando tocamos temas sensibles del Gobierno, el chatbot se acaba quedando mudo. Y es que si bien China está a la vanguardia de este tipo de tecnologías, temas como los tratados en el artículo son algunos ejemplos que muestran por qué su sociedad abraza la tecnología con el pensamiento de que no pueden hacer nada más.

Imagen de portada | Pawel Czerwinski

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