China es un país muy peculiar, en el que las cámaras lo vigilan absolutamente todo. Además de buscar mejorar la seguridad del estado, su implementación ha despertado muchas polémicas acerca de la libertad y privacidad de sus ciudadanos.
Ahora están trabajando para construir una comisaría de policía en la que no habrá que interactuar con seres humanos, ya que este centro estará dirigido completamente por una inteligencia artificial.
Está orientada, en principio, a resolver asuntos relacionados con los automóviles: hacer pruebas a los conductores mediante un simulador, llevar a cabo todo tipo de registros y papeleo, etc. Para materializarlo, contarán con una avanzada tecnología de reconocimiento facial desarrollada por Tencent.
Los ciudadanos utilizarán su cara como identificación, algo que no es de extrañar en un país en el que en todo momento están siendo completamente observados y grabados.
Todavía quedan muchas dudas acerca de cómo funcionará este centro y si se expandirá el sistema a lo largo del país. Lo que llama la atención es que cada vez son más los centros gubernamentales que no necesitan de trabajadores para operar.
Muchas veces, la burocracia hace que sea una experiencia tediosa tener que ir a renovar ciertos documentos o realizar acciones de este tipo. Esperemos que la inteligencia artificial pueda a ayudar a acabar con tantos momentos de frustración y confusión.