La revolución con la que hemos empezado este año 2023 es, sin duda, la inteligencia artificial del ChatGPT que puede formar parte de muchos ámbitos de nuestra vida. Ha sorprendido al mundo por sus enormes capacidades, siendo una IA conversacional basada en un modelo avanzado de comprensión/generación de textos GPT-3 y que nos puede ofrecer respuestas detalladas con un lenguaje lo más 'natural' posible.
Mientras que hace unos días veíamos cómo un profesor afirmaba que la respuesta de ChatGPT al enunciado de uno de los ejercicios que suele mandar a sus alumnos habría obtenido la máxima nota. Y, al mismo tiempo, en las redes sociales se causó un revuelo sobre si los profesores hacen preguntas suficientemente interesantes a sus alumnos en los colegios, hoy llega otra polémica académica, pero ahora en las universidades.
La IA en las universidades
ChatGPT ha llegado arrasando de tal manera y con unas capacidades tan altas que no hay una regulación ahora mismo que pueda hacerle frente en diferentes ámbitos de nuestro día a día. Normalmente copiar está penado en las universidades. ¿Pero qué pasa cuando usas una inteligencia artificial para obtener una respuesta a una duda, para escribir un trabajo o ensayo?
El periódico The Guardian ha reportado cómo hay universidades en Australia que ya han detectado que hay alumnado usando chatbots para realizar trabajos de clase, ensayos y también exámenes.
Por otro lado, en Estados Unidos un profesor de filosofía ha contado cómo, de entre todos los trabajos que recibió de sus estudiantes de primer curso sobre 'Hume y la paradoja del horror' le llamó la atención uno que parecía escrito por alguien del último curso, por usar un lenguaje muy elaborado. Más de lo que normalmente tienen las personas de su edad y curso. El profesor Hick llamó a la estudiante para hablar con ella y la joven reconoció haber usado las capacidades de ChatGPT. Él mismo publicó la historia en su perfil de Facebook.
Un plan para hacerle frente
Vale que gente capaz de copiar a la hora de hacer exámenes la ha habido siempre. Hay gente muy experta que los docentes no suelen pillar, pero al menos lo intentan. En el caso de la nueva inteligencia artificial (y las que se espera que vayan a llegar pronto ante esta revolución), no hay un plan claro. En Nueva York las han prohibido en los colegios.
Y, por el momento, como solución de emergencia, los docentes tienen a su disposición detectores de textos generados por IA que podría ayudar de una forma sencilla a evitar trampas en trabajos y ensayos universitarios o en los deberes escolares. Esta herramienta de software permite colocar el texto para conocer el porcentaje de texto "real" y texto hecho por la IA.
El mismo profesor estadounidense de filosofía mencionado anteriormente ha recordado que "ChatGPT todavía está aprendiendo, por lo que es posible que mejore" y es que solo lleva unas pocas semanas enntre el gran público y ya tiene resultados que sorprenden. Además, no solo está ChatGPT sino que han ido saliendo rivales como es el caso de Claude que también tienen un enorme potencial.
Una idea que se ha planteado por ahora en Australia, como medida de emergencia, es que las tareas se vuelvan a hacer en papel. Eso sí, nadie quita que el estudiante no pueda usar la IA y luego copiar todas las palabras que la tecnología le dé. Pero, al menos, mientras lo escribe, puede ir reteniendo esos conocimientos en su cerebro. Eso sí, en este caso igual sería un poco más difícil o más trabajoso para el profesor poder hacer la comparativa con las herramientas que detectan la inteligencia artificial.
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