Los timadores se hicieron pasar por otra compañía del sector que pedía dicha cantidad para cerrar una compra en el extranjero
Ni en una película de suspense: la industria europea del entretenimiento está impactada por un incidente que acaba de hacerse público y que ha sacudido los cimientos de Fremantle, la gigantesca productora internacional responsable de éxitos de la televisión española como 'Got Talent', 'Mask Singer' o 'Idol Kids'.
Y es que la compañía (filial británica de la neerlandesa RTL Group de Bertelsmann) acaba de perder casi un millón de euros a causa de una estafa realizada a través de WhatsApp.
El objetivo de este engaño no ha sido otro que Jaime Ondarza, CEO de Fremantle para el Sur de Europa (Portugal, España, Francia, Italia e Israel), receptor directo del ingenioso timo telefónico que le ha costado en un momento a la empresa la astronómica suma de 938.000 euros.
Así dieron el golpe
Los estafadores dieron este exitoso golpe el pasado 19 de marzo, cuando Ondarza, que supervisaba las actividades de producción de la empresa desde su residencia en Casal Palocco (Roma), recibió un mensaje a través de WhatsApp procedente de una cuenta que parecía pertenecer a otra reconocida compañía de su industria, solicitaba una transferencia bancaria de 938.000 euros para proceder a la compra de una empresa en el extranjero.
La comunicación incluyó, incluso, una llamada de seguimiento por parte de un supuesto abogado que facilitó los datos bancarios necesarios para realizar la transacción. Completamente convencido de la legitimidad de los mensajes enviados por los estafadores, Ondarza realizó la transferencia sin sospechar que estuviera siendo engañado.
Sólo una vez después de completar la transacción, tras conversar con compañeros, fue cuando se percató de la realidad del fraude. La denuncia correspondiente se presentó en la comisaría de policía del Lido de Roma, que ahora se encuentra en la búsqueda de la banda responsable de este rentable y (aparentemente) sencillo robo.
Fremantle, por su parte, ha aclarado que se encuentra en un proceso de análisis y revisión de sus protocolos de seguridad para evitar que incidentes de esta naturaleza se repitan. Difícil, porque, como ya hemos dicho en alguna ocasión, nosotros (los humanos) somos el eslabón débil de la cadena de la ciberseguridad.
Este caso no sólo destaca por la considerable suma de dinero involucrada o por la audacia del engaño, sino también por la cotidianeidad de la tecnología utilizada (WhatsApp).
De hecho, en otros golpes similares en el ámbito corporativo, como en los que se hacen pasar por un jefe para convencer a un empleado de realizar algún ingreso millonario, no es extraño que ya tengan que recurrir a deepfakes de vídeo para disipar dudas sobre la identidad de su interlocutor.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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