Parecía que mientras estuvieran vigentes los efectos del "Decreto Ley de medidas urgentes en materia de transporte de viajeros mediante el alquiler de vehículos con conductor" aprobado por la Generalitat, el caso de Uber y Cabify en la Ciudad Condal estaba cerrado. Pero nada más lejos de la realidad.
Según un comunicado emitido por Cabify hoy día seis de marzo a los medios, la compañía española regresa a Barcelona mañana jueves día siete. Para ello, ha tenido que "adecuar su modelo de negocio a las restricciones impuestas por la Generalitat", que recordemos, implican precontratación de 15 minutos (hasta una hora dependiendo del municipio), imposibilidad de utilizar la geolocalización para la captación de clientes**, etc.
Cabify, que siempre ha sido nombrada como una VTC, dice ahora para volver a operar en Barcelona ha asumido un cambio significativo en sus condiciones de operación, pasando a prestar el servicio de alquiler de vehículos de transporte con conductor, la definición de VTC. Así, renuncia al modelo de "agencia de viajes", el que utilizaba hasta ahora.
El regreso a Barcelona será menos limitado de lo que la ley parece implicar, según Cabify
Cabify presume de que volviendo Barcelona, "sale al rescate del sector y de los miles de puestos de trabajo generados por el mismo en Catalunya", que actualmente estaban pendientes de expedientes de regulación de empleo en muchos de los casos. Para el usuario que ya dispusiera de cuenta anteriormente, lo que cambiará es que habrá que aceptar nuevas condiciones del servicio.
El regreso se producirá con una flota que rondará los 300 vehículos en la fase inicial, lo que según Cabify puede resultar en una demora superior a lo deseable en horas de alta demanda. Se trata de un número muy inferior de vehículos VTC frente al que llegó a circular por Barcelona, donde solo Vector Ronda Teleport, propietaria de los vehículos, contaba con 618 licencias, un cuarto del total en la comunidad. Por ejemplo, Moove contaba con más de 700 trabajadores para dar servicio en Uber.
La empresa habla de adecuarse a las condiciones, pero no ha explicado bien qué supone de cara al usuario. En la aplicación para smartphones, sin embargo, la comapañía comunica que la limitación de los 15 minutos de precontratación solo será necesaria cumplirla una vez. Es decir, que en el segundo viaje con la VTC, y sucesivos, el servicio funcionará "con la inmediatez de siempre".
Para conocer más detalles sobre la forma de operar, y cómo encaja este nuevo modelo con la regulación de la Generalitat, nos hemos puesto en contacto con la compañía, y actualizaremos esta entrada o publicaremos una nueva explicando los pormenores de la tercera intentona de la empresa en la Ciudad Condal.
Cabify no se resigna a aceptar la regulación vigente
Pese a que volver a Barcelona supone cumplir lo establecido en el decreto ley de la Generalitat, el comunicado de la compañía es claro respecto a lo que esperan de cara al futuro. La empresa afirma que la decisión “no implica la conformidad de la compañía con la nueva normativa de la Generalitat”, y considera que “la normativa promovida desde la Generalitat es contraria a los intereses de los ciudadanos de Catalunya, dificulta el desarrollo de una movilidad sostenible e inclusiva en la Ciudad Condal, además de haber empujado al cierre a los operadores de VTC y comprometido miles de empleos”.
Por ello “la adopción de este nuevo modelo se asienta en el convencimiento de que la situación será transitoria, y de que el Decreto ley aprobado por la Generalitat será declarado nulo por los tribunales en un futuro próximo en beneficio de los ciudadanos de Catalunya”. En el caso de que no sea así, Cabify “volvería a verse forzada a plantearse su Continuidad en Catalunya”.
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