Bután es un pequeño país que suena a idílico por el aura de paz y felicidad que ha vendido su monarquía al mundo, escapando del PIB o Producto Interior Bruto para medir la calidad de vida y optando por medir el bienestar de su pequeña población con un Índice Nacional de Felicidad (salud mental, estándares de vida, vitalidad de la comunidad, etc)... y con muchas restricciones al turismo, llevando a que no mucha gente pueda conocer el idílico país (el Consejo de Turismo de Bután impone un gasto mínimo de entre 200 y 250 dólares diarios para expedir un visado).
Pues bien, en este país donde no se permitió la televisión hasta el año 1999, año en el que también se permitió la llegada de Internet pero con un proveedor único y con muchas restricciones y se ha cuidado de una saturación tecnológica, resulta que está minando bitcoin. David Jiménez, periodista que durante muchos años fue corresponsal de El Mundo en Asia, ya escribió en su libro de crónicas “El lugar más feliz del mundo” datos interesantes de este país tan desconocido.
Pues ahora se ha sabido, según el medio local The Bhutanese que el país empezó a minar bitcoins cuando su valor era de aproximadamente unos 5.000 dólares, en las montañas del Himalaya. Un representante del gobierno ha confirmado esta información. Esto se mantenía en secreto.
Energías renovables para una práctica que gasta muchísima energía
Hay que recordar que un grave problema del minado de bitcoin es el alto gasto energético, lo que se traduce a poca sostenibilidad. En Europa se ha hablado de prohibirlo ante la crisis energética que estamos viviendo. En 2018 se estima que la minería de bitcoin ya representaba casi el 1% del consumo total de energía en todo el planeta.
Bután se abastece prácticamente en su totalidad de energías renovables, principalmente energía hidroeléctrica. Gracias a esta energía barata proveniente del agua, Bután ha podido realizar la minería de una forma económicamente muy rentable.
Aunque se ha mantenido en secreto, ha sido el estado quien ha apostado por esto. No como sucede en otros lugares, donde personas de otros países van a aprovecharse de que la energía es más barata para hacer minado de bitcoin, como le ha sucedido a Kazajistán, que acabó cerrando el grifo.
Planes a largo plazo en Bután
Ahora que el país ha desvelado su estrategia con las criptomonedas (parcialmente, ya que no se sabe ni dónde están sus granjas de minado ni las cantidades que mina), también se sabe de la participación del fondo soberano 'Druk Holding and Investments' (DHI), quien a través de su CEO explica que Bután está "minando con la mente puesta en el largo plazo" y "priorizando el consumo y las industrias locales".
Forbes ha desvelado que Bután se encuentra negociando con la compañía Bitdeer, de Singapur, para asegurarse el acceso a 100 MW de potencia, pudiendo alcanzar hasta 550 MW. Según Bitdeer, este acuerdo ampliaría su capacidad en un 12%.
Imagen | Aaron Santelices en Unsplash y Prateek Katyal en Unsplash
Ver todos los comentarios en https://www.genbeta.com
VER 4 Comentarios