Ayer se esfumaron 200.000 mill. $ del mercado de criptodivisas, pero hay razones por las que esto no preocupa a los inversores

Anteayer, el valor del mercado de criptodivisas se situaba en 1,08 billones de dólares, según cifras de Coinmarketcap... pero sólo 24 horas más tarde, dicho valor se había reducido a 880.000 millones.

Es decir, que aproximadamente 200.000 millones de dólares se esfumaron ayer en lo que aparentemente fue un día negro para el mercado de las criptodivisas.

El bitcoin, que alcanzaba a finales de la semana pasada un máximo histórico de casi 42.000 dólares, se hundía hasta los 30.863 $, sólo para recuperarse ligeramente y terminar el lunes en 32.576 $ (una caída del 12% con respecto al domingo).

Pero la caída no afectó únicamente al bitcoin: Ethereum, la segunda mayor criptodivisa, también cerró el día de ayer con una bajada del 23%, hasta los 1.005 dólares, tras haberse situado a lo largo del lunes en los 945 $.

Las correcciones son saludables a largo plazo

Aunque cada vez que se da una variación repentina en este mercado se alzan voces que hablan de burbujas (y rememoran la pesadilla de las puntocom), parece que los expertos en inversiones no se muestran excesivamente preocupados.

Así, la mayoría sostienen que las subidas y bajadas vertiginosas tienden a reajustase, y ven lo ocurrido ayer como "saludable", recordando además que el 26 de noviembre, sólo unas semanas antes de empezar a marcar máximos, el Bitcoin ya cayó un 10% en tan sólo 24 horas.

Hace apenas una semana que JP Morgan vaticinaba que el precio de Bitcoin terminaría creciendo a largo plazo hasta alcanzar los 146.000 dólares. Y, sólo un día antes, el organismo regulador estadounidense aprobó el uso de la tecnología blockchain para pagos interbancarios.

Además, según el índice TWAP (siglas de 'precio promedio ponderado en el tiempo'), utilizado por diversas entidades como medio para valorar los activos en criptomoneda, la demanda de bitcoin seguirá aumentando a medio plazo.

Este tipo de informaciones, aparentemente, pesan más sobre el ánimo de los inversores que las fluctuaciones más inmediatas del mercado.

Vía | CNBC & Finder.com.au

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