Alemania sigue en su cruzada contra el discurso del odio en las redes sociales. Después de haber anunciado hace unos meses su intención de hacer legalmente responsable a Facebook por no eliminar mensajes del odio, así como de amenazar con multas de hasta 500.000 euros por cada noticia falsa y mensaje de odio no eliminado, la presión de las autoridades germanas ha vuelto a subir.
Y es que según se ha publicado en The Verge, Alemania se está planteando imponer multas de 50 millones de euros a las tecnológicas que no eliminen las publicaciones con discursos del odio de sus contenidos. El Ministro de Justicia alemán, Heiko Maas, presentaba la propuesta de ley en una conferencia de prensa hace sólo unas horas. Dicha conferencia se pudo seguir por Twitter.
Según se recoge, las medidas propuestas se anunciaron junto a un estudio conducido entre enero y febrero de 2017, en el que se encontraban algunos hallazgos interesantes:
- Twitter sólo elimina el 1% del contenido abusivo reportado por los usuarios.
- Facebook borra el 39% del contenido abusivo reportado.
- YouTube, en contraposición, saca de su plataforma el 90% de los vídeos reportados como abusivos.
- Sólo el 33% del total de publicaciones abusibas que se borran en Facebook desaparecen durante las primeras 24 horas inmediatamente posteriores a la denuncia de los usuarios.
- De los tuits que Twitter elimina, ninguno desaparece durante las primeras 24 horas que siguen a la denuncia.
Pressestatement von Bundesminister Heiko Maas zu gesetzlichen Handlungsmöglichkeiten gegenüber Sozialen Netzwerken https://t.co/FQ2pT6IXce
— BMJV (@BMJV_Bund) 14 de marzo de 2017
Durante la rueda de prensa, Heiko Maas dijo lo siguiente:
Está claro que debemos incrementar la presión sobre las redes sociales. Necesitamos regulaciones legales con las que hacer que las compañías se vean obligadas a erradicar las ofensas criminales.
Teniendo en cuenta todo lo que comentábamos al principio del artículo sobre la postura de Alemania, donde el propio Heiko Maas ha llegado a sugerir que Facebook es un medio de comunicación (aunque Mark Zuckerberg no lo tenga claro), no resulta sorprendente este aumento de la presión sobre el gigante social.
Vale la pena recordar que en 2015 Alemania ya tuvo un encontronazo con Facebook, al dictaminar que, según su legislación, nadie está obligado a usar su nombre real en lugar de un pseudónimo si así lo desea.
Vía | The Verge
En Genbeta | Así es como Alemania se ha convertido en esencial en la lucha de Facebook contra los discursos de odio
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