Muchas veces, no caemos en la cuenta de que publicar un simple tweet puede tener consecuencias importantes (tanto buenas como malas).
Puede llevarte a la cárcel o puede que las acciones de tu empresa sufran un duro golpe. Esto es lo que le ha pasado a Elon Musk, tras haber llamado pedófilo a un rescatista que trabajó por salvar a los niños atrapados en la cueva de Tailandia.
Inversores y accionistas preocupados
Las acciones de Tesla Inc cayeron un 3,5 por ciento ayer, tras los tweets (ya eliminados) que publicó el CEO de la compañía durante el fin de semana. Esto significa que los tweets de Musk le quitaron casi 2.000 millones de dólares de valor de mercado a su empresa.
Esta caída llegó justo después de una serie de tweets en los que Musk aseguraba que Vernon Unsworth, un buzo británico, era un pedófilo. Por si fuera poco, añadió que "apostaba un dólar firmado" a que era verdad.
Los tweets de Musk respondían a unas declaraciones de Unsworth en la que aseguraba que la cápsula de rescate diseñada por SpaceX era un "truco publicitario" y que Musk podía "metérsela por donde más le doliese".
Musk no presentó ninguna prueba más, y la mujer de Unsworth (Voranan Rattawipakhun) aseguró a Reuters que su marido tiene intención de hablar con sus abogados cuando regrese a Gran Bretaña el 19 de julio.
Reuters afirma que un grupo de inversores y analistas (que han preferido mantenerse en el anonimato) declararon que están preocupados con las declaraciones públicas de Musk.
A estos analistas e inversores no les gusta que los tweets del CEO de la compañía eclipsen la principal misión que tiene Tesla: producir automóviles eléctricos.
En marketing suele decirse que "la mala publicidad es buena publicidad". Aquí comprobamos que los tweets de Musk han generado mucha expectación, pero las consecuencias para Tesla no han sido positivas.
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