Cuando Netflix decidió que se acabó lo de compartir cuentas, sabía que no sería una estrategia fácil. Las reacciones furibundas no se hicieron esperar en redes sociales, pese a que la plataforma de streaming tardó tantas semanas en hacer efectiva la medida que hay quien se pensó que iban de farol. Pero no. Y no solo eso, después de aplicar este cambio de política en países como España, la exportó a otras localizaciones tan claves como Estados Unidos. Las consecuencias en España fueron notables: un millón de usuarios menos, según Kantar. Sin embargo, los resultados de su primer trimestre les invitan a mantener la calma. 'Amar es compartir una contraseña', pero no hacerlo sale lucrativo...para Netflix.
Después del primer trimestre, Netflix estaba tranquila pese al descalabro que suponía contar con 1,75 millones de nuevas suscripciones frente a los 7,66 millones del trimestre anterior (y bastante por debajo de los 2,3 millones previstos), entre otras cosas porque en el global la plataforma aumentaba un 4,9%, lo que supone 232,5 millones. Y lo demostraba con una carta en la que explicaba estar en el camino de cumplir sus objetivos financieros para el año 2023 al lograr los resultados deseados con las restricciones (en ese momento, todavía no aplicada en Estados Unidos, pero sí en Canadá, el mercado que usaron como globo sonda en norteamérica).
Según The Wall Street Journal, el crecimiento de suscriptores se ha disparado después de implantar la nueva política en EEUU en el segundo trimestre de este año. De hecho, entre los días 25 y 28 de mayo – poco después de dar la noticia allí – Netflix consiguió más nuevas suscripciones que en ningún otro periodo de cuatro días antes desde 2019 , según un estudio de la consultora de análisis de mercado Antenna reflejado en Variety. En cifras, esto supone una media diaria de 73.000 suscripciones, lo se traduce en un aumento del 102% respecto a los dos meses anteriores y que supera incluso a los picos sufridos en la época COVID.
Suscripciones diarias de Netflix en EEUU desde 2019. Fuente: Antenna
Como Netflix intuía, aunque ha habido bajas, también ha habido altas: por cada cancelación ha habido cuatro suscripciones nuevas. No obstante, estas son cifras estimadas y no oficiales, para lo que habrá que esperar hasta principios de julio para confirmarlas.
Netflix marca el camino del sector
Cuando la pionera en el streaming se la jugó con este cambio de política, había muchos ojos observando dentro de la industria. En plena guerra del streaming donde las plataformas tienen que atraer nuevas suscripciones con ambiciosas y caras producciones que les invitan a buscar el éxito inmediato y explorar otras estrategias para monetizar como la introducción de planes con anuncios (algo a lo que hasta Prime Vídeo parece haberse sumado), prohibir compartir cuenta no fue una medida popular, pero el tiempo (y los números) les está dando la razón. Esto tiene otra lectura: que otros servicios de suscripción de streaming seguirán su camino.
No es la primera vez que Netflix toma decisiones poco amigables con sus usuarios y usuarias en aras de la rentabilidad: antes ha ido subiendo precios, limitando sus planes e incorporado publicidad en su plan más barato. Y no ha sido el único, poco a poco el resto ha ido detrás, habida cuenta que el crecimiento se está estancando, la competencia es dura y que el endeudamiento es un mal endémico del sector.
No hay duda de que otros servicios de streaming comparten el "problema" del uso compartido de contraseñas que tenía Netflix y estaban observando atentamente el devenir de los acontecimientos. ¿Se rebelarían y habría una huída en masa de la que Netflix no se recuperaría o más allá de algunas bajas y el rant esperable, el gigante del entretenimiento saldría airoso? Ahora que saben que se puede salir de esa reacción inicial, pueden atreverse a seguir adelante con sus propios planes atisbando buenos resultados.
Portada | Foto de Venti Views en Unsplash
En Genbeta | Sigo compartiendo cuenta de Netflix sin problemas. Pase lo que pase, ya han ganado
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