Google no está dispuesto a ser el número 3 del mercado cloud; eso lo dejaron claro hace ahora casi dos años, cuando la compañía del buscador anunció que Google Cloud podría terminar cerrando si no conseguía subir en la clasificación, superando a alguno de sus grandes rivales —Amazon Web Services o Microsoft Azure— antes de 2023.
Estamos a finales de 2021, y Google Cloud sigue estancado con la medalla de bronce del sector (ayer mismo anunciaban su plan de reducir las comisiones por venta de software de terceros del 20% al 3% para intentar solventarlo).
Peor aún: otra gran compañía tiene intención de desembarcar en breve en este sector. Oficialmente, según su CEO, su intención es humilde y sólo pretende ponerse cuarto en la cola:
"Nuestro objetivo es convertirnos en la cuarta gran nube pública".
El ascenso de Cloudflare
Pero ese CEO es nada menos que Matthew Prince, de Cloudflare, esa compañía que hace que se caiga medio Internet cuando se caen sus servidores, dado su puesto de líder en el mercado de los CDNs, gracias sus servicios anti-ataques DDoS.
Ellos no se conforman con esa zona de confort y ya han anunciado el inminente lanzamiento de un nuevo servicio de almacenamiento de objetos en la nube al que pretenden situar en competencia directa con AWS, Azure y Google Cloud.
Esperan poder convertir su precio (que prometen que será más bajo que el de sus rivales) como gran argumento para captar nuevos clientes. Así, Cloudflare ya ha declarado que no piensa cobrar tarifas de salida de datos para los clientes que usen su nuevo servicio R2, una referencia directa a las tarifas que AWS cobra a los desarrolladores por mover sus datos fuera del popular servicio de almacenamiento Amazon S3.
Gracias a eso, usar Cloudflare R2 (que se ejecutará sobre la misma red de servidores que su CDN, lo que mejorará la disponibilidad geográfica de sus datos) resultará un 10% más barato que su gran rival. Más aún: será compatible con la API de S3, lo que hará mucho más fácil mover aplicaciones desarrolladas con el servicio de Amazon en mente.
Cloudflare empieza atacando uno de los aspectos de AWS que más rechazo genera entre sus usuarios: el gran coste —técnico y económico— que genera cualquier decisión de abandonar su nube. Según Prince,
"los clientes no deberían quedarse encerrados sólo porque no pueden permitirse el lujo de retirar sus datos del servicio".
Una vez se lance el servicio, R2 costará 0,015 dólares por cada gigabyte de datos que almacene, aproximadamente la mitad de lo que cobra AWS a los clientes en su nivel de acceso frecuente. Su nivel de acceso poco frecuente será directamente gratuito, según asevera la compañía.
R2 saldrá al mercado, eso sí, sin algunos de los complementos de que dispone Amazon S3, como sus herramientas de análisis, aunque anticipa que los ofrecerá "en los próximos meses".
Vía | Protocol
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