En las últimas horas, las declaraciones sobre la llamada Primavera valenciana, o Primavera estudiantil, se suceden. Y como no podía ser de otra manera, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, ha dicho la suya. Que el problema de la educación no se arregla saliendo a la calle, y que hay que recuperar el clima de diálogo, de conversación y de respeto a la ley, que es lo que requiere cualquier tema social, y especialmente el educativo.
Por su parte, Amnistía Internacional ha recordado a las autoridades que usar la fuerza es el último recurso para garantizar el orden público, no el primero. Y Save the Children se postula ya como defensor de los menores que han sido agredidos en plena calle apelando a las leyes de protección al menor, un punto que por fortuna no le está pasando por alto a nadie.
Evidentemente, este es un problema de educación, pero no es cierto que haya que arreglarlo sin manifestaciones sino educando a quienes sólo saben tratar con menores a golpe de porra. El silencio es el mejor aliado del terror, un terror que ya se dice que ha llegado hasta el hospital, donde, por lo que cuentan, la Policía arrebataba anoche partes de lesiones. Y esta tarde llegan refuerzos policiales a la capital del Turia, por si hacían falta.
En Nación Red | Interior admite “algún exceso” en Valencia y los damnificados se organizan en #PrimaveraEstudiantil para reclamar
