A la industria nacional de los videojuegos, en otros países, la apoyan decididamente para que se convierta en uno de los motores de su economía, en España aparece citada en el programa electoral del candidato socialista como una adicción que será tratada en el Plan Nacional sobre Drogas.
Los que creen en el potencial de los videojuegos están algo más que indignados. En Vida Extra dicen que han perdido la fe en este país después de comprobar por ellos mismos que en la página 90 del programa electoral (pdf) del PSOE puede leerse lo que sigue:
Se ampliarán las competencias del Plan Nacional sobre Drogas, a fin de poder abordar el reto de las adicciones sin sustancia (ludopatía, nuevas tecnologías, la red, videojuegos, etc).
Desde Vida Extra invitan a sus lectores a comprobar por ellos mismos que en todo el PDF la palabra videojuegos sólo sale una vez y es en el párrafo anterior. Videojuegos igual a droga, a adicción, escriben. Sí, Rubalcaba ha conseguido indignar a más gente.
¿Cómo puede tomarse algo así el joven estudiante de ingeniería que quiere acabar la carrera y lanzarse al desarrollo? ¿Y los artistas que se rompen la mano esbozando personajes y deseando poder intervenir en un videojuego? ¿Y el chaval, demasiado joven para estudiar una licenciatura, pero que ya ha decidido que quiere crear mundos de fantasía para que otros los recorran? Y lo que es peor… ¿cómo pueden tomarse algo así los padres que deben comprar esos videojuegos o alentar al chaval para que cumpla su sueño?
Videojuegos en el Plan Nacional sobre Drogas y no como industria cultural. ¿Es esta la manera de incentivar a una industria que ya ha desbancado al cine y a la música y que podría convertirse en uno de los puntos fuertes de nuestra economía si se apoyase? Parece que en España y para algunos, sí.
Claro que también aparece “la red” entre las “adicciones sin sustancia” que Rubalcaba quiere que incorpore el Plan Nacional sobre Drogas. La diferencia es que “internet” (la red) aparece más veces en el programa electoral más necesitado de la sustancia de la credibilidad. Por ejemplo en relación con el sector de las televisiones (aquí no hay adicción) y en concreto en el capítulo que hace referencia a las medidas para apoyar el desarrollo del sector (de la televisión) y que dice:
El actual proceso de convergencia tecnológica ha supuesto que los ciudadanos puedan tener acceso a una multiplicidad de contenidos en varios soportes. Incluso está variando la forma de consumir los contenidos audiovisuales y demás servicios que los operadores ofrecen a los ciudadanos. Lógicamente, la regulación de estos escenarios requiere de medidas o instrumentos suficientemente flexibles y adaptados a la realidad del sector y a sus propias necesidades, requerimientos y aspiraciones. En tal sentido, parece indudable que ante la próxima aparición de nuevas posibilidades y tecnologías, como el 3D o la televisión conectada a Internet, tenemos que permanecer atentos para proporcionar una regulación inmediata y eficiente de esos nuevos retos, tanto a favor de los operadores, como en última instancia, de los ciudadanos.
A favor de los operadores y en última instancia de los ciudadanos. Pero hay más:
Además, y dado el elevado número de televisiones en TDT fruto del reparto de licencias en las distintas demarcaciones geográficas, en el ámbito autonómico y local, estudiaremos la búsqueda de soluciones que permitan disminuir el volumen total de licencias y títulos habilitantes previstos, facilitando la devolución de licencias a aquellos que no puedan o no quieran explotarlas.
Aunque los dos puntos del programa electoral que más éxito están teniendo entre los adictos a la red (y el buen humor) son estos dos:
Reformar el actual marco de propiedad intelectual para sustituir el canon digital actual y establecer un nuevo modelo de protección, equilibrando los derechos de usuarios y creadores teniendo presente las iniciativas europeas en esta materia.
Crear una Agencia de Propiedad Intelectual, con participación de las Comunidades Autónomas, para integrar en un único organismo los diferentes aspectos de la gestión pública de la Propiedad Intelectual.
El partido del canon digital y la deuda “que tenemos con la SGAE”, que decía la ex ministra de Cultura y senadora socialista, Carmen Alborch.
Las promesas de Rubalcaba, adicto al poder, suenan a chiste de Tip y Coll, Eugenio o Faemino y Cansado, como ha comentado el presidente del Partido Pirata. No le falta razón, ni buen humor.
Vía | Vida Extra
Imagen | Vida Extra