Los indignados podrán volver a la plaza para celebrar el primer aniversario del 15-M, según ha confirmado el primer teniente de alcalde de Barcelona y responsable de Seguridad, Joaquim Forn. Forn dice que mientras se trate de un acto limitado en el tiempo, no hay problema, y que lo que no quieren es un campi qui pugui, un "sálvese quien pueda", que deje un coste en reparaciones de 400.000 euros.
Si la gente quiere rememorar, que rememoren, pero en todo caso que se haga con corrección, con respeto al patrimonio, a la ciudad y al derecho de los vecinos y los ciudadanos que quieran circular por la Plaza Catalunya.
Sus palabras resultan curiosas si tenemos en cuenta que en Barcelona el lío de la ocupación del espacio público no vino mientras duró la acampada sino cuando se produjo el desalojo, si tenemos en cuenta el clima que rodea las últimas actuaciones del gobierno catalán, correligionarios del gobierno municipal, en materia de vigilancia de la ciudadanía a raíz del 29-M y si tenemos en cuenta la suspensión del tratado Schengen (ejecutada por Mariano Rajoy y celebrada por Felip Puig) para evitar conflictos mientras se celebra la reunión del Banco Central Europeo, que tendrá lugar del 2 al 4 de mayo.
Situadas en este contexto, las palabras de Forn no suenan tranquilizadoras. Veremos qué sucede.
Fuente | Com Ràdio Foto | Marcello Vicidomini En Nación Red | Los Mossos d’Esquadra abren cuenta en Twitter