A pesar de la rectificación en sus políticas de privacidad, para dejarlas tal y cómo estaban en el momento en el que la mayoría de su masa de usuarios se registrara, Instagram ha sufrido una de las mayores caídas en uso y usuarios de su corta historia, si bien es cierto que no tanto como, en principio, algunos medios han señalado.
Bien es cierto que también se ha cebado el sensacionalismo al respecto y que más que un 25% de usuarios, como ciertos medios afirman, ha pasado de 16,4 millones de usuarios activos a 12,4 millones, según ha recopilado la compañía AppData. De cualquier modo es significativo que el descenso se haya dado en fechas donde más ocio puede concentrarse, lo que no deja de señalar en la dirección que apunta la reacción de la red, ante los cambios anunciados. En ese sentido, la reacción contraria de ciertos medios también es bastante matizable.
Son muchos los medios que señalan las navidades como un periodo en el que muchos servicios sufren una merma en su uso. Sin embargo, en cuanto a una red con escaso enfoque profesional, en el que el uso por parte de marcas es algo nuevo y testimonial, un descenso de usuarios como el que realmente a tenido, lejos de ese apocalíptico 25%, pero no muy distante del 15% sigue siendo una cifra a tener en consideración, sobre todo después de la apertura a la plataforma Android. Incluso, a falta de mayor claridad en las cifras, cosa difícil en servicios con tan poca trayectoria estable como para elaborar estadísticas precisas, encajaría mas en el tono general de esta red un aumento en la actividad de tono "festivo", que puede ser predominante.
Al dato, se agrega ahora las demandas masivas anunciadas por parte de usuarios por el cambio en las condiciones de uso, sobre todo en lo que a la privacidad y la posibilidad de que las imágenes puedan eventualmente ser empeladas por terceros para usos publicitarios. En concreto, Finkelstein & Krinsk ya han interpuesto una demanda colectiva en la que afirman que, a pesar de la posibilidad de darse de baja del servicio, el cambio de política afecta a las fotografías alojadas en este momento y la pérdida de derechos sobre estas es lesiva de cualquier forma para sus usuarios.
La compra por parte de Facebook de la compañía, apuntaba ya a un cambio en el modelo de negocio, sobre todo teniendo en cuenta que esta startup carecía de forma de financiación propia, habiendo basado su estrategia en la adquisición de una masa critica de usuarios, con un modelo gratuito, para luego poder pasar a rentabilizarse de algún modo. La manera fue la usual en estos tiempos en compañías de esta escala y éxito: Ser adquirida por una de las grandes de Internet, en este caso Facebook.
Los internautas son cada vez más conscientes de la importancia de sus datos personales y la posesión de estos son el nuevo terreno de disputa de las compañías de Internet y por ello, el control y propiedad de estos, pasa por ser un valor a confrontar con el precio de los servicios. ¿Se llegará a algún equilibrio entre la gratuidad y la privacidad?. Tendremos que estar bien atentos.
Este post ha sido modificado sobre la versión original
Vía | New York Post En Nación Red | Instagram, en manos de Facebook, quiere apropiarse de nuestra privacidad
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