No todos en España, sin embargo, han visto con malos ojos el desarrollo de la energía nuclear en Marruecos. Frustradas por no poder construir centrales en su propio país a causa de la moratoria en vigor, las eléctricas españolas han soñado con hacerlo en el vecino del sur para abastecer el mercado español a través de la interconexión en el Estrecho. El apóstol de esta doctrina es Aldo Olcese. - El País (19/03/2007)
Carlos Sánchez Almeida juega contra el Sistema cuando sale de ganarle en los juzgados en los que ejerce como brillante abogado de los que no quieren ir donde quieren llevarlos Aldo Olcese, EGEDA, SGAE, PROMUSICAE, Lara o PRISA.
Carlos Sánchez Almeida puede presumir de haberse visto señalado en los papeles de WikiLeaks como el abogado de los forajidos de la red. Algo que le honra sobremanera visto el currículum español (y global) del fontanero del sheriff Bush y de la mayoría de sus invitados a Serrano 75.
Toda una colección de ejecutivos del copyright, cargos públicos amigos de los transgénicos, fiscales dispuestos a enterrar los procesos judiciales que molestaban al amigo americano, subsecretarios que informaban sobre los procesos legislativos españoles y algún político de la oposición (aspirante a Secretario de Estado) como el popular Álvaro Nadal, el chico de Montoro, que dice con guasa madrileña un castizo economista de la taifa regional del PP.
Carlos Sánchez Almeida también estaba pero en los "papeles secretos". Fichado. Sentencias, artículos... ¿perfil?. Yo creo que el más listo de la embajada, que naturalmente nunca es el embajador, le respeta y admira. Es posible incluso que el primo más listo de Serrano 75 haya apuntado el movimiento que hizo ayer su rival con un punto de admiración. La que se dispensan los buenos jugadores.
Movimientos, claves o clavos virtuales que sujetan los hilos invisibles de la trama de los intereses ocultos que se entrecruzan y enredan en una partida estelar que están jugando también algunos hackers buenos que quieren desvelar la existencia del "oligopolio global" cuyo lema es "todo por la pasta" sean armas, bancos, ladrillos, éxitos, patentes o nucleares. Hasta la Clinton dicen que está asustada. Por lo pronto aquí queda señalada una jugada o sutil movimiento de Sánchez Almeida en el tablero digital español:
¿Se buscaba deliberadamente atraer la atención del espectador sobre un elemento irrelevante en la trama? ¿Se decidió conscientemente sacrificar como chivo expiatorio a la industria del cine nacional para beneficiar - entre otros actores ocultos - a las compañías eléctricas?
El revés de la trama, o la Ley Sinde como McGuffin. No te lo pierdas.
Foto | Blog de Cine