Sigue la creación de nuevas fronteras electrónicas

Si la Web 2.0 fue el advenimiento de "la web colaborativa", la tercera versión va en camino de ser "la web privada" con la progresiva aparición de nuevas fronteras y vallas al campo.

Estas nuevas vallas ya están surgiendo, bien en forma de murallas de la vergüenza como en China, y en no demasiado tiempo si todo sigue igual, en Europa, o en puestos fronterizos de control como en Kazakhstan, o India.

Éste país asiático forma parte de los conocidos como BRIC, Brasil, Rusia, India y China, etiquetados como 'los países emergentes'. Aún con su 'emergencia' y su no-tan-futuro papel en la economía mundial, ven como tienen que sufrir, de nuevo, fronteras y restricciones.

En India se encuentra uno de los llamados 'silicon valley' asiáticos. En Bangalore especialmente, se desarrollan infinidad de servicios relacionados con las tecnologías de la información y la comunicación desde ya hace años.

Sin embargo, no pueden acceder a otras aplicaciones del 'mundo occidental'. Y quien dice aplicaciones, dice música o películas, y es que por ejemplo, en India no puedes comprar el segundo álbum de Lady Gaga en Amazon.

Una de las razones que se dan para estas restricciones, es que los visitantes de tan lejanos países que llegan a los sitios web 'occidentales' nunca compran nada... mientras que usan grandes cantidades de ancho de banda y los spammers les lanzan ataques cada vez más a menudo, aumentando costes de 'defensa'.

Otra de las razones que se dan, es que de los pocos que compran, lo hacen en grandes cantidades para luego piratearlo y revenderlo por una fracción muy baja de su precio real... provocando 'perdidas de venta'.

El ranking, obviamente, lo encabezan los Chinos, fuente de hasta el 16% de 'actividad maliciosa', pero los Indios copan el 'mercado' del spam... porque dominan el inglés, lengua co-oficial en el país.

Curiosamente, los tercer y cuarto lugar en lo relativo a actividades perniciosas van a Brasil y Rusia, siendo éste último país una de las mayores fuentes de software y versiones cinematográficas, aunque a su presidente le interesen las licencias creative commons.

Pero las restricciones basadas en la IP del visitante, como decía, cambian. Pequeños proveedores como 9th Sphere, que proporciona servicios de alojamiento, diseño e implementación de sitios web y otros servicios asociados, ha visto cómo 'gracias' a la restricción, sus 'conversiones' han subido del 2 al 5%.

Seguramente tengan el mismo numero de ventas que antes, pero si tenemos en cuenta que hablamos en porcentajes y que dichas ventas se realizan tras un número muy inferior de visitas que no incluyen a los visitantes que no compran, la conversión sube y los accionistas están muy contentos.

Por su lado, Hulu o Amazon alegan que poner a la venta sus productos en los mercados 'emergentes' aumenta el riesgo a que sean pirateados. Es más, lo consideran una invitación a que les pirateen, en un pensamiento digno de compartir podio con los directivos de Warner Bros que han decidido retrasar el estreno de sus películas en Hungría para hacer descender los niveles de piratería en el país.

Las tácticas delirantes de la industria están pasando de criminalizar a sus clientes, a prohibirles entrar en la tienda mediante restricciones por su origen. Eso si, la culpa siempre será de los demás. Pero lo peor es que hay quienes les toman en serio.

Vía | Forbes india Foto | Joe Shlabotnik

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