Reporteros Sin Fronteras envió el lunes una carta a Gabriela Knaul, la Relatora Especial de Naciones Unidas de la Independencia de Jueces y Abogados, instándola a que interceda con rapidez en el caso de Maikel Nabil Sanad, el bloguero egipcio detenido desde el 28 de marzo de 2011 y condenado a dos años de cárcel por criticar al Ejército que dirige (a palos) la "transición ordenada".
La carta de RSF detalla las irregularidades del proceso sufrido por el bloguero que ha terminado con una condena de dos años de cárcel. La ONG insta a la Relatora Especial a intervenir en nombre de Maikel Nabil haciendo una visita a Egipto en la que condene el uso de los juicios militares para asuntos que atañen a la libertad de expresión. Reporteros Sin Fronteras le recuerda a la funcionaria de la ONU que:
El bloguero ha sido objeto de juicios injustos, de violación de los principios básicos de la independencia del poder judicial, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), que Egipto ha firmado y ratificado.
El caso simboliza la gravedad de la situación actual en Egipto en lo que respecta a libertad de expresión y respeto a los principios jurídicos internacionales. Tras la salida del presidente Hosni Mubarak, y su sustitución por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, cerca de 12.000 civiles han sido llevados ante tribunales militares, en lo que supone una clara violación de los tratados internacionales que el propio Consejo Supremo se comprometió a respetar el 12 de febrero de 2011.
Estos juicios a civiles en tribunales militares dan lugar a muchas violaciones de los derechos humanos. No hay ninguna razón para estos tribunales especiales, que sólo tienen en cuenta los argumentos de la fiscalía, que se niegan a aceptar testigos de la defensa y que (como en el juicio al bloguero) no permiten que los acusados preparen su defensa con antelación con sus abogado. Al igual que Sanad, muchos egipcios cuestionan la legitimidad de estos tribunales militares. Según el WGAD, el uso de tribunales militares para casos de libertad de expresión incumple las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos.
El valiente bloguero, laico, liberal y antimilitarista, se niega a recurrir la última sentencia porque cuestiona la legitimidad del tribunal militar para juzgarle y ha mantenido una huelga de hambre desde el 23 de agosto consumiendo únicamente zumos y leche. El 16 de diciembre era trasladado a una minúscula celda de aislamiento (sin cama). Dos días después se negó a beber. El 31 de diciembre fue trasladado al "hospital" de la prisión y su abogado le convenció para abandonar la huelga de hambre y sed.
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