El Estado y las Comunidades Autónomas no podrán incurrir en un déficit estructural que supere los márgenes establecidos, en su caso, por la Unión Europea para sus Estados Miembros. – Nueva Constitución Española
Este párrafo del nuevo Artículo 135 de la Constitución Española pactado por el PSOE y PP debería ser refrendado en las urnas por el pueblo español al consagrar una cesión de soberanía política sobre la que se debería consultar al conjunto de los españoles, más cuando la cesión se hace a un ente que sufre como ninguno de déficit democrático y nadie sabe lo que es ni lo que será.
Pero más allá del sometimiento a los políticos que dirigen los destinos de la Unión Europa, lo que es del todo impresentable es que la reforma pactada de madrugada por el PSOE y el PP, así ha salido, no sea, en su caso, refrendada por el pueblo español como exigen muchos internautas indignados desde la red con el hashtag #yoquierovotar y #terceraurna20N (ahora con más razones que ayer).
La confianza emocional y voluntarista en los políticos encerrados en un despacho de madrugada o en la ya tradicional apelación a la Unión Europea, como si fuese garantía de algo, retrata con toda su intensidad la ruptura entre el mundo de la política tradicional (para súbditos) y el profundo cambio cultural que se ha producido en un amplio sector (informado) de la sociedad que quiere votar y participar.
Aunque hace casi 100 años el ahora “ilegalizado” Keynes ya dedicó algunos “piropos” a algunos de los políticos de su tiempo. De Wilson dijo que era un “Don Quijote ciego y sordo” y de Clemenceau que “sólo tenía una ilusión, Francia, y una desilusión, la humanidad”.
Foto | Downing Street
En Nación Red | El día que #yoquierovotar fue portada
