Si. Los portavoces del Presidente Obama dijeron, a bola pasada, que el POTUS estaba en contra de la SOPA, la PIPA, la CISPA, a favor de la neutralidad de la red y lo que hiciera falta.
Pero por sus acciones les conoceréis, que dijo aquel. Y la última acción del POTUS es intentar conseguir por la fuerza democrática lo que no consiguió mediante la política democrática.
Mientras la actividad en el Congreso y Senado norteamericanos ha quedado bastante apagada tras la SOPA, la PIPA y la CISPA, la Oficina Ejecutiva del Presidente ha seguido moviéndose. El pasado 26 de Junio se publicó un anuncio que ha pasado bastante desapercibido en el Registro Federal (páginas 99 a 101), una especie de Boletín Oficial del Estado.
En ese anuncio, la Oficina del Presidente solicita recomendaciones y comentarios para realizar cambios en las políticas destinadas a la lucha contra la infracción de copyright, sin descartar la posibilidad de realizarlos mediante una Orden Ejecutiva directa del Presidente, algo parecido a un Decreto Ley.
La Oficina del POTUS quiere saber si el público general tiene alguna recomendación para reformar el copyright, ya sea mediante
legislación, regulación, guías, ordenes ejecutivas, memorandos presidenciales u otra acción ejecutiva incluyendo, pero no limitado a, cambios en las políticas prácticas o métodos de las agencias involucradas.
Es decir, que Su Obamidad no descarta tomar la senda de la acción unilateral, por decreto “hágase”, en aras de proteger a los titulares de derechos de propiedad intelectual en detrimento del resto de ciudadanos.
La petición publicada en el Registro Federal marca algunas guías para la Oficina del Coordinador de Aplicación de la Propiedad Intelectual (IPEC en inglés), la Oficina del Zar de la Propiedad Intelectual, una división del Departamento de Justícia dedicada en cuerpo y alma a perseguir a los malvados infractores del copyright y a imponerles multas y castigos.
Por cierto, entre los objetivos que tiene el IPEC, podemos encontrar los de organizar un nuevo marco regulatorio internacional para combatir la piratería en línea; reducir el número de países que ignoran la aplicación de las leyes de copyright de los Estados Unidos de América; facilitar asistencia y formación a aquellos países que deseen aplicar las leyes de propiedad intelectual de los Estados Unidos… entre otros.
Volviendo al anuncio del que hablábamos, las peticiones “al público” parecen hechas a medida de la industria del ocio y del entretenimiento. Veamos algunas de las preguntas que “el publico” o “el pueblo” debe responder:
¿Como pueden mejorarse la colaboración en la aplicación de las leyes y la regulación internacional, para solventar las infracciones transfronterizas de propiedad intelectual?
¿Qué cambios legales o de operación pueden realizarse, o cuales pasos de colaboración deben tomarse entre agencias federales y el sector privado, para mejorar la eficiencia y la eficacia de los esfuerzos de aplicación dirigidos a proteger los derechos de propiedad intelectual?
Como vemos, no sólo del Agente Smith, o del amigo Lieberman vienen los ataques con mala idea.
También del Presidente (y Premio Nobel de la Paz que inició una guerra), que se reserva el derecho de dictar las leyes que satisfagan a la industria del ocio y del entretenimiento, que al final son los que pagan mejor.
Pero no es ninguna novedad. Los infractores de copyright son terroristas y deben ser cazados en todo el mundo. ¿Alguien sorprendido? ¿Obamidad o serendípia?
Vía | The Raw Story
Foto | Rupert Ganzer