Un grupo de activistas de la revolución siria han conseguido acceso a emails y documentación personal del dictador sirio Bashar Al-Assad y su esposa. El acceso a esas cuentas se produjo en junio de 2011, después de que un topo, que aseguraba tener contactos dentro del gobirno sirio, proporcionara a la oposición los nombres de usuario y las claves de Al-Assad y su mujer. Los activistas procuraron durante un tiempo usar esa información para prever futuros movimientos del régimen en Damasco.
Sin embargo el acceso se cortó hace escasamente un mes, después de que Anonymous rompiera la seguridad del servidor del gobierno sirio en un ataque paralelo en enero, accediendo a las direcciones de email del dictador. Un mes después, Al-Assad recibió un correo electrónico anónimo en tono amenazador, por lo que su cuenta y la de su mujer se cerraron.
Pese a todo, The Guardian recibió más de 3000 documentos del régimen que revelan algunos de los hábitos de Bashar Al-Assad y su esposa.
Mientras los sirios luchan por sobrevivir en un estado de guerra civil, el presidente y su mujer no dudaron por ejemplo en comprar una lámpara, unos candelabros y una mesa desde París por valor de 15.000 dólares. Sin embargo es más curioso la compra de productos de Apple en EEUU que adquirió saltándose las restricciones que tiene su propio país para adquirir productos de este tipo, y sobre todo americanos. También se puede ver cómo el presidente hizo varias compras en música y aplicaciones a través de iTunes. Está claro que a Bashar le gusta vivir bien.
También se recogió el intento del régimen para eliminar varias cuentas de Twitter que hacían referencia al presidente y a su mujer. Siria alegaba que varias cuentas con el nombre o la referencia al dictador deberían desaparecer. Twitter en este caso eliminó las cuentas que usaban el nombre del presidente y de su esposa que suponían usurpación de identidad. Sin embargo, muchas otras suponían parodias de los miembros del gobierno, con lo que en ese caso está permitido su uso. Sin embargo, ha habido muchas quejas de los tuiteros ya que la cuenta @Syrianpresident que tenía unos 2500 seguidores y se identificaba claramente como una cuenta que parodiaba al presidente y se usaba como crítica al régimen, ha sido finalmente cerrada.
Al-Assad es el perfecto ejemplo de dictador hipócrita y sin principios, ya que la ley es diferente para su pueblo que para él. No hace mucho limitaba la conexión a la red para intentar paliar la revolución, a la vez que él consumía productos online. También cortó la comunicación a través de la aplicación WhatsApp.. La historia nos dice que los que se aferran al poder de esta manera, acaban mal.
Vía | ArsTechnica Foto | FreedomHouse