Los grandes operadores ligados al poder político insisten en que Google debe pagarles un peaje

La mayoría han gozado del privilegio de ser empresas públicas, de hecho el portavoz que han elegido para hacer la propuesta es el Director General de France Telecom nombrado por Sarkozy. Si te dicen que no ha sido así les dices que no te tomen el pelo y que te pasas habitualmente la página de publicidad (aunque pone “negocios”). Medios con miedo aquí y allí al operador o ex monopolio de turno. Véase como ejemplo la razonada “denuncia” de Manuel Conthe al respecto de la sentencia del Caso Alierta.

Sin perder de vista el país vecino conviene recordar, además del efecto Bruni, que el operador naranja de la France era la antigua Direction Générale des Télécommunications y que sigue siendo una empresa participada por el Estado francés en la que los amigotes del poder, los elegidos, no son más que marionetas del poder político o ventajistas que un día fueron nombrados directivos de la misma manera que cuando se nombra Subsecretario al amiguísimo del cuñado del senador que atiende la sede del partido “en esa provincia” necesitada de votos.

Una anomalía que asumen las viejas generaciones y los periodistas pero que sorprende a la generación red. ¿Estos son los empresarios?. Pues estamos apañados. El mejor (o peor) ejemplo sería Deutsche Telekom pero en nuestra propia casa tenemos a Telefónica, presidida por el hijo del alcalde franquista de Zaragoza y amigo de Aznar, un ¿empresario? puesto por el mismo dedo que señaló a Rajoy, por no hablar de Telecom Italia, de la que además César Alierta es consejero.

Son empresas de antes de Google enteramente politizadas y que quieren exprimir a Google ahora que la vaca del Estado que les ha alimentado da menos leche. Solución, pedir al político amigo que ponga una tasa, a la que ya conocemos con el nombre del perjudicado: Google. El chico que hace bien los deberes, a pagar.

Son empresas extrañas a la verdadera competencia, ex monopolios, ahora los primeros del oligopolio. Ni verdaderamente privados ni públicos y con un peso político específico y funcionarial que tanto recuerda a las Cajas de Ahorro y sus consejos y consejeros politizados, cuando no directamente políticos, así las han gestionado. Viejos tinglados ambientados como empresas que todavían tienen el atrevimiento de exigirle a Google que ponga pasta por utilizar sus redes. ¿De dónde han salido estos señores?. De la política.

Viejas empresas que parten con ventaja y son incapaces de salir de la inercia política y monopolísitica, la concesión y el miedo al mercado libre. Reclaman más poniendo menos. Son el G5, los cinco grandes del sector de los operadores europeos que han querido aprovechar la apertura del congreso de móviles de Barcelona para volver a hacer valer la idea de que Google tiene que ayudar a financiar sus redes de telefonía con el peculiar agumento de ser beneficiario de la red. YouTube les consume mucho, dicen.

El “portavoz” del G5, el CEO de France Telecom (Orange), explica al diario amigo que “los grupos que generan la explosión de la demanda de banda ancha deben compartir la factura de las inversiones en infraestructuras”.

Según Stéphane Richard, que así se llama el íntimo de Sarkozy, el sistema que ha funcionado hasta ahora no vale porque “los flujos están totalmente desequilibrados desde hace dos años por la explosión del vídeo. Algunos actores que están en el origen de la explosión del tráfico deben aceptar contribuir a las inversiones necesarias”.

En Barcelona (y en un reservado hace un rato) los grandes operadores han dado un paso más en su intención, cada vez más decidida, de cobrar un peaje a las grandes empresas de la red por el uso de sus redes. La pelota al final en manos de los políticos y en concreto de la Comisión Europea. ¿El poder de los viejos monopolios y el cordón umbilical que todavía les une con el poder político jugará en contra de Google?. Dicen que están acostumbrados a amenazar con el paraguas del Estado. Henchidos de privilegios y clamando por más cuando ya se apagan los rescoldos en los que arde la vieja Europa.

La comisaria europea de Agenda Digital, Neelie Kroes, también en Barcelona, les ha pedido que inviertan más y les ha invitado a “no esconder la cabeza”. Pero para suavizar el “daño” ya les ha ofrecido, como Sebastián, el dividendo digital o espectro “basura” de la nefasta TDT para consolidar el oligopolio y los políticos recaudar – vía subasta – unos dineros que nadie sabe que fin tendrán, pero que los operadores quieren reingresar vía Google. Negocio redondo. Todo menos asegurar un buen servicio, universal y de calidad. Viejos políticos y viejos monopolios.

Foto | uriondo En Nación Red | Miguel Sebastián “presenta” la alianza de Microsoft y Telefónica contra Google

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