La Corte Suprema ha decidido no bloquear la demanda antimonopolio presentada por varias asociaciones de consumidores contra las discográficas. Hoy lunes se decidía si escucharían o no las apelaciones presentadas por los abogados de las Cuatro Grandes (Universal Music, Sony Music Entertainment, Warner Music Group, y EMI). La decisión ha sido clara, se considera que hay evidencias suficientes contra ellos.
EL CASO: La historia se remonta a 2001, cuando las Cuatro Grandes se preparaban para dar el salto de las tiendas físicas a las ventas por Internet. La demanda alega que las discográficas se reunieron y decidieron un precio mínimo para las compras por Internet, al contrario que sus competidores, que no formaban parte de ése pacto. Además presentan evidencias de cómo utilizaron vías clandestinas para pactar y entablar una estrategia común para restringir el acceso a la música en la Red.
Bertelsmann (hoy parte de Sony), Warner Music, y EMI construyeron MusicNet. Y Sony y Universal montaron Pressplay. Todas ellas firmaron acuerdos de distribución con MusicNet (hoy MediaNet) ó Pressplay, y al mismo tiempo utilizaban la RIAA como foro y medio por el cual las empresas podían comunicarse acerca de los precios, términos y condiciones de uso. Una vez más la RIAA en el centro de un caso de corrupción empresarial.
Pressplay y MusicNet fueron en su día la respuesta de la industria contra las descargas vía Napster, representaron el intento más claro por retomar el control sobre el negocio que estaban perdiendo, para que todo aquel que quisiera escuchar música tuviera que pasar a través de ellos. Recordémos que las 4 grandes todavía controlan el 70% de la música que se comercializa en el mundo.
Obviamente no funcionó, después de la muerte de Napster los usuarios decidieron seguir utilizando las redes P2P: LimeWire entonces (hoy ya difunto) y más tarde eMule, BitTorrent... y así hasta el día de hoy. Cada vez más usuarios se alejan, y alejan consigo sus carteras de las 4 Reinas. Por éso las todavía muy poderosas discográficas se dedican a hacer Lobby e influenciar a sus políticos para que cambien las reglas del juego, y legislen una Internet a su medida y sus tentáculos llegan mucho más lejos de lo que se pueda pensar a primera vista.
Hoy esas discográficas han creado iniciativas como VEVO, que busca el mismo fin que en su día las vetustas MusicNet y Pressplay: reconducirnos otra vez por el buen camino, que dejemos de buscar vias alternativas y controlar ellas mismas la creación y la distribución.
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