¿Qué hace una persona cuando busca un producto y no lo encuentra en su pueblo? Pues que se va al pueblo de al lado, que tiene más tiendas, y allí encuentra lo que quería. Bien, pues algo así está a punto de suceder en España, donde el producto es el hosting y la persona cualquier empresa que se vaya a ver perjudicada por la aplicación de la ley Sinde, y es que no está el horno económico para según qué bollos, por si los impulsores de poner puertas al campo no se habían enterado.
Que la Ley Sinde no sirve de nada (útil) es, más que un runrún que ha llegado a todos los oídos menos a los de quienes debía llegar, una evidencia que tiene su razón de ser en la naturaleza misma de internet. Los proveedores de hosting se ven venir la torta que les espera, y piden que se les compense por la pérdida económica que van a tener que soportar.
Y es que tiene uno la impresión de que desde el Gobierno y desde la clase política en general aún se contempla esto de internet como un reducto de frikis que no tienen otra cosa mejor que hacer que ver porno y descargarse discos de Ana Belén. Y, hombre, sí que somos algo frikis, pero una cosa no quita la otra, e internet es una parte del sector servicios que crea empleo.
En el terreno del hosting se mueven anualmente de 550 a 600 millones de euros, ahí es nada. Por eso, luchar contra esa actividad en favor de unos determinados grupos de presión equivale a hacer caso al que más grita. Puestos a tomar direcciones aberrantes, en Bielorrusia han atajado el problema de un plumazo: han matado internet y se han quedado con una red local para sus cositas. Hombre, como idea quizá alguno hasta la encuentra resolutiva. En vista de cómo cotiza últimamente el arte de lo absurdo...
Vía | Cinco días Foto | seldonunlimitedbandwidthwebhosting