Lo publica Recording Industry vs People y lo hace, además, en tono jocoso: la RIAA, la organización que aglutina a las empresas discográficas de Estados Unidos, ha gastado en 2008 más de 16 millones de dólares para perseguir a quienes descargan música ilegalmente. Una suma estratosférica que tendría sentido si las ganancias fueran iguales o mayores, pero lo cierto es que la RIAA pide unos 390.000 dólares en total a quienes acusa de infringir el copyright.
La RIAA se ha dejado ese dinero pagando a los bufetes de abogados que les llevan los casos. Y según publica este blog, no es la primera vez, ya que esta sangría de dinero se repite desde hace unos años: en 2007 gastaron más de 21 millones y en 2006 fueron más de 19 millones, a lo que hay que añadir cada año más de 3 millones de dólares en trabajos de investigación. Y en ninguno de esos casos, la suma reclamada era mayor de 600.000 dólares.
Teniendo en cuenta la enorme cantidad de dinero que pone en juego, desde hace unos años la RIAA intenta conseguir acuerdos extrajudiciales con los acusados: envía una carta a aquellos que en su juicio infringen el copyright y les pide una suma de dinero a cambio de no seguir con las diligencias. Según publica Lemonde.fr, unos cien casos se habrían resuelto de manera amistosa.
Más información | Documento con el detalle de ingresos y gastos de la RIAA (pdf). Imagen | Mercredis.