Se taparon la cara para hablar con la policía, luego entraron en la explanada del Parlamento y comenzaron a tirar piedras a la policía
La policía actuó desde primera hora como auténticos provocadores desalojando la acampada como un vulgar grupo de matones
Las denuncias y sospechas de algunos ciudadanos que se manifestaban pacíficamente – junto a decenas de miles de indignados en la Plaza Sintagma – han sido confirmadas por un canal de televisión y toda la oposición en su conjunto (conservadores, comunistas y la “izquierda verde”).
Desde la izquierda se piden dimisiones y acusan al gobierno de reventar las protestas pacíficas de manera premeditada y calculada. No basta con un “castigo ejemplar a los policías que atacaron con gases lacrimógenos a los ciudadanos refugiados en una estación de metro”, “hay que aclarar muchas cosas”, por ejemplo “los casos en los que algunos violentos colaboran después con la policía en la tarea de dispersar a los manifestantes pacíficos”, pero ninguna evidencia tan clara como el “uso provocador de una violencia policial excesiva”, que ha denunciado Amnistía Internacional.
No menos polémica ha levantado la identificación de algunos manifestantes muy violentos, los primeros en montar bronca y “disolver” la protesta pacífica de la Plaza Sintagma, que resultaron ser empleados de la empresa de autobuses. A estos “indignados” la policía los deja en libertad e incluso les “acompaña” a la misma puerta de su guarida – la sede de la propia empresa – de la que habían salido (y entrado) armados de palos.
Las imágenes emitidas por una televisión privada en la noche de ayer han aumentado la sensación de padecer un gobierno indigno.
En Nación Red | Desde Grecia con indignación
