El máximo Tribunal de Apelaciones de Suecia ha dirigido una consulta al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en la que plantea una serie de cuestiones prejudiciales sobre lo que es considerado actualmente un acto de comunicación pública legítimo: enlazar. Las cuatro "cuestiones prejudiciales" son las siguientes:
1) Si una persona distinta del titular del derecho de propiedad intelectual de una determinada obra ofrece en su página de Internet un enlace a esa obra, ¿realiza una comunicación al público de esa obra en el sentido del artículo 3, apartado 1, de la Directiva 2001/29/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 22 de mayo de 2001, relativa a la armonización de determinados aspectos de los derechos de autor y derechos afines a los derechos de autor en la sociedad de la información?
2) ¿Influye en la apreciación de la primera cuestión que la obra a la que remite el enlace se encuentre en una página de Internet a la que puede acceder cualquier persona sin restricciones o cuyo acceso esté limitado de algún modo?
3) A la hora de apreciar la primera cuestión, ¿debe realizarse una distinción según que la obra, una vez que el usuario haya hecho clic en el enlace, se presente en otra página de Internet o se presente de modo que parezca que se encuentra en la misma página?
4) ¿Están facultados los Estados miembros para otorgar al autor una protección más amplia de su derecho exclusivo permitiendo que la comunicación al público comprenda más actos que los derivados del artículo 3, apartado 1, de la Directiva 2001/29/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 22 de mayo de 2001, relativa a la armonización de determinados aspectos de los derechos de autor y derechos afines a los derechos de autor en la sociedad de la información?
Las juventudes de los partidos políticos alemanes (en el gobierno y en la oposición) han advertido de la "inaceptable interferencia en la libre arquitectura de Internet” que promueven los señores de la prensa y de algunos partidos.
En Nación Red | Las juventudes de los partidos alemanes contra la ley de los editores de prensa