Hace justo una semana que la policía realizó operación policial contra la página alemana de descargas Kino.to, dominio que quedó clausurado.
En otra muestra de lucidez, y mira que superar lo de Hungría era difícil, los denunciantes, la GVU la Federación Alemana contra el Robo de Copyright, han pensado que lo mejor para mantener su modelo caduco de negocio, es… yo me sentaría… ¡denunciar a los usuarios de Kino.to y llevarlos a juicio!
Una de las hipótesis barajadas para explicar este nuevo desaguisado es que, de tanto escuchar aquello sobre que la industria del ocio y el entretenimiento tiene que innovar si quiere mantenerse en el business, les dio por mirar a sus vecinos, los trolls de copyright, y les han plagiado el sistema. No son originales ni para esto…
La verdad es que desde la misma GVU admiten que no existe precedente alguno en esto de llevar a los usuarios de un sitio web a juicio por el mero hecho de visitar un sitio web (al menos no en la Europa democrática… pero si en China o Irán)... pero bueno, si hay que innovar, pues se innova, y todos a la cárcel.
La innovación legal consiste en lo siguiente: la GVU aseguran que cualquier emisión en streaming produce una copia, en un fichero temporal, en el disco duro del usuario, lo que en el caso de Kino, se podría considerar como “reproducción sin permiso de una obra sujeta a copyright“. Doble salto mortal hacia atrás, con los ojos vendados y a través de un aro de fuego.
La intención es, tal y como admiten, probar la delirante teoría jurídica y sentar precedentes legales, y para ello, no se dudará en llevar a juicio a cualquiera que haya visto un episodio de cualquier serie de televisión usando un enlace de Kino.to. Y esas personas podrán ser acusadas de delitos civiles y penales, lo que podría conllevar penas de hasta tres años de cárcel… por ver un episodio de una serie.
Si hubiera que resumir todo esto en un chiste, sería el siguiente:
Se abre el telón. Aparece un señor de la industria del copyright y dice que los espectadores del cine son todos unos delincuentes. Se cierra el telón y aparecen cientos de policías que se llevan detenidos a los espectadores.
Efectivamente, no tiene ninguna gracia.
Vía | Giga Om
Foto | Silveria Neto