Falta un "Rodríguez Menéndez", pero nos cuentan que el editor del periódico sensacionalista que se ha prestado a colaborar con unos policías y una fiscal de guardia que autorizó la detención de Assange, es todo un "personaje".
Por su parte la fiscal de guardia, Maria Häljebo (en la foto), que permanece en su puesto, ha explicado que el viernes por la noche recibió una llamada de la policía describiendo lo que las mujeres habían dicho. "La información que recibí era tan convincente que tomé la decisión.
Su jefe, la fiscal Eva Finné, ha declarado que tenía más informaciones que la fiscal de guardia y que por eso anuló la orden de arresto. También confirmó que las dos mujeres que originaron la intervención de la justicia en ningún momento presentaron una denuncia judicial y que "las decisiones que conciernen a medidas apremiantes, como la orden de detención del sábado (que luego fue anulada), siempre deben ser reevaluadas en una investigación preliminar".
Por otra parte, una organización en defensa del respeto a las garantías judiciales, ha pedido a la Oficina del Defensor del pueblo sueco que abra una investigación sobre la actuación de la la fiscal por "su extraño, grosero e inapropiado comportamiento tras infringir su deber de imparcialidad con arreglo al Estado de Derecho que tiene que seguir y servir".
La responsable de este caos, la fiscal de guardia que creyó la versión de dos mujeres que habían llamado a la policía pero no habían presentado ninguna denuncia, está casada con Per Kjellstrand que trabaja para el Departamento de Justicia de Suecia. Este dato es uno más de los que manejan las diversas teorías de la conspiración que ya pueblan la red sueca y que enlazan el "caso Häljebo Kjellstrand" con la ayuda del gobierno sueco a la CIA para secuestrar ciudadanos que fueron trasladados a centros de tortura y cierta documentación al respecto.
Nos quedamos con los datos y las declaraciones públicas. Julian Assange ha declarado hoy "que le pusieron en guardia contra trampas sexuales".
Vía | SvD En Nación Red | Julian Assange estaba dispuesto a entregarse a la policía sueca para defenderse de las acusaciones