Cuando el diario El Economista titula “Se une el congreso contra el ACTA” es que El Economista del que hablamos es el mexicano. Cuando la senadora del partido gubernamental y de centro-derecha, Beatriz Zavala Peniche, en la foto, asegura que el ACTA contraviene la legislación nacional y vulnera la Constitución, por lo cual considera que el Senado no puede ratificarlo, es que la senadora en cuestión es mexicana.
Cuando el también senador del partido gubernamental y de centro-derecha, Federico Döring Casar, anunciaba que sus compañeros del Grupo Parlamentario del PAN votarían en contra de cualquier intento de ratificación de dicho acuerdo, es que Federico Döring Casar no es un senador español. Véase como se expresa el conservador mexicano:
De aquí a agosto de 2012 no pasa, eso lo garantizo, lo que no está garantizado es que el ACTA resucite después con otro Presidente o Presidenta y con otros legisladores. Los intereses que están detrás del ACTA no se van a extinguir después del 2012, pero ahora no pasa.
Döring Casar sostiene que el PAN está en contra de ACTA por considerar que está mal hecho, por manifestar un problema de instrumentación en el ámbito internacional y por pretender estar por encima de la Constitución para la resolución de controversias entre países miembros, “por ello se debe crear una legislación que armonice los derechos de quienes están a favor y en contra del ACTA”.
Queremos hacer que convivan los dos conceptos de propiedad intelectual y propiedad de derechos de autor de modo que vaya primero como bien público que se refleje en el adelgazamiento de brechas y desigualdades que tengan que ver con la cultura, la información y el arte porque éstos tienen que ser socializados, por ello, los senadores del PAN estamos trabajando una iniciativa en ese sentido.
El 23 de noviembre de 2010, cuando el Parlamento Europeo era ninguneado por la oposición y la derecha europea votaba a favor de ACTA con una ansiedad sospechosa, en México los senadores creaban “un Grupo Plural de Trabajo, para dar seguimiento a los avances, coadyuvar en la transparencia y garantizar que se realizara sin violar las garantías constitucionales”.
Un Grupo Plural para formar una agenda de trabajo, una ruta alterna al ACTA y presentar iniciativas que no vulneren los derechos de propiedad intelectual, pero tampoco la libertad de expresión, el derecho a la información y a la intimidad. De esa comisión del Senado salía la resolución que luego aprobó el pleno el Congreso y el Senado llamando al presidente Calderón a no firmar el ACTA.
A los senadores mexicanos les advirtieron, con los malos modos habituales, que el texto del ACTA era intocable. Por eso le han dicho a su presidente que no lo toque, que no lo firme. La que han “liao” estos senadores y congresistas valientes mientras en Bruselas las presiones se transformaban en regalos y la lealtad a Sarkozy en deslealtad con la ciudadanía.
La derecha europea del PPE no parece que vaya a estar a la altura de sus homólogos mexicanos. Muy pronto lo vamos a comprobar. Barroso, también popular europeo, tiene mucha prisa, tanta como el lobby al que sirve. Hasta que un buen días nos diga que lo ha vuelto a engañar. Al tiempo.
En Nación Red | Google, Los Verdes, la Quadrature, Médicos Sin Fronteras, Partido Pirata, OXFAM... la Gran Coalición contra el ACTA