La "agresiva" estrategia contra el ciberespionaje, que anunciaba este miércoles la Casa Blanca, pretendería, según contaron el Fiscal General, Eric Holder, y la Subsecretaria de Comercio, Rebecca Blank, actuar exclusivamente en el capítulo de los ataques sobre la investigación, la actividad empresarial y el comercio.
"La Administración seguirá actuando enérgicamente para combatir el robo de secretos comerciales estadounidenses que podrían ser utilizados por empresas extranjeras o gobiernos extranjeros para obtener una ventaja comercial desleal sobre las empresas estadounidenses", advertía, por su parte, la vigía de la Propiedad Intelectual, Victoria Espinel.
La Casa Blanca viene insistiendo en que los "piratas informáticos" están robando secretos comerciales a los negocios norteamericanos y minando la seguridad nacional al poner en peligro la seguridad económica de Estados Unidos. Según el fiscal Holder:
Sólo hay dos tipos de empresas afectadas por el robo de secretos comerciales: las que lo saben y las que no lo saben. Un hacker de China puede conseguir el código de fuente del software de una compañía en Virginia sin dejar rastro
La estrategia propone dificultar la entrada de bienes o servicios extranjeros que se han desarrollado mediante el robo de secretos comerciales (en internet) y destaca la importancia de la protección de propiedad intelectual a través de acuerdos comerciales bilaterales. Es lo que se llevará ahora como alternativa sutil al modelo ACTA.
“Para una economía como la nuestra, que está basada en la innovación, en lo que producimos y en lo que creamos, este es un asunto de crucial importancia”, explicó a la agencia Reuters el Secretario de Comercio, Ron Kirk, que ya nos deja, aunque su "huella" (la del hombre ACTA) quedará grabada en los papeles (pdf) de la nueva estrategia para proteger los "secretos comerciales" de la nación.
Recuerda el diario El País en su crónica sobre la nueva estrategia de EE.UU. para proteger sus secretos y los de sus empresas, que un Comité de la Cámara de Representantes de EE.UU. ha calculado que los robos en Internet de secretos comerciales y propiedad intelectual, en su gran mayoría dirigidos por China, le han costado a los americanos más de 300.000 millones de dólares en 2012".
Se trata del Comité de inteligencia que ataca a las empresas chinas que invierten, por ejemplo, en España.
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