Los dos jóvenes son para Scotland Yard y el FBI los cerebros de la cúpula británica de LulzSec que fue desmantelada con la información aportada por el "traidor" Sabu.
Dos hackers cualificados y peligrosos, aunque es verdad que que no "hackearon" el móvil de una niña secuestrada y asesinada, como hacen los periodistas y policías (más o menos retirados) que trabajan para el amigo (y la amiga) del primer ministro y del ministro de Cultura.
Pero Ryan Cleary (19 años) y Jake Davis (18 años) han confesado en un tribunal de Londres que participaron en el lanzamiento de ataques DDoS contra la web de la CIA, varias del grupo Murdoch, la 20th Century Fox, Infragard, El Pentágono, Nintendo, Sony, alguna que otra Iglesia, la Agencia Británica contra el Crimen Organizado (SOCA)... y alguna más.
Los dos jóvenes niegan otras acusaciones como la de publicar información privada en sitios públicos (Pastebin y otros). Sobre Ryan Cleary también pende la amenaza de la extradición a EE.UU, aunque parece ser que los "americanos" se conforman con que sea juzgado en el Reino Unido. El joven padece el Síndrome de Asperger, según su abogado, aunque permanece arrestado.
El juicio contra la presunta cúpula británica de LulzSec también sentará en el banquillo a un chico de 17 años y a un joven de 25 años que arrastra el sambenito de ser un colaborador de Sabu. Ambos se han declarado no culpables de todos los cargos en su contra.
En Nación Red | Doble traición en LulzSec: Sabu, el traidor traicionado; LulzSec golpea a la CIA