Los liberales holandeses del partido de la comisaria para la Agenda Digital, Neelie Kroes, son gente seria y poderosa. Bien conectados con el tejido empresarial - el de verdad - y sin un atisbo de sospecha sobre su alineamiento decidido con la OTAN. Su reciente triunfo electoral - y las intensas negociaciones que le siguieron - les ha llevado a la presidencia del gobierno y a ministerios tan significativos como el de Asuntos Exteriores.
Este cambio político ha sido clave en el importantísimo y rupturista discurso que pronunció la comisaria Kroes en Aviñón (Francia) y en el que ya sin matices habló de los intermediarios y la "industria de contenidos" como enemigos de la revolución de Internet.
Todas las revoluciones revelan, bajo una nueva luz menos favorable, los privilegios de los guardianes del Antiguo Régimen. No es diferente en el caso de la revolución de Internet, que está presentando la posición insostenible de los guardianes de determinados contenidos y los intermediarios.
El gobierno de Holanda ha dado un sonoro golpe en la mesa para que quede claro que su comisaria y colega liberal no está sola. La misiva va acompañada por un aviso a Sarkozy para que no "haga ni el menor intento" de menospreciar a la comisaria digital como hizo con la popular Rending en el caso de los gitanos. Luxemburgo es Luxemburgo y los Países Bajos los Países Bajos.
En encargado de enviar el mensaje es el nuevo ministro de Asuntos Exteriores, el también liberal Uri Rosenthal que comunicó formalmente a sus colegas que la posición del nuevo gobierno holandés sobre Internet no tiene nada que ver con el afán prohibicionista de Sarkozy. "No nos gusta la ley francesa de tres avisos", les recordó tal y como habían anunciado desde su gabinete.
Y es que llevan meses en el área exterior del VVD anunciando que "no vamos a dejar caer a Europa en una deriva prohibicionista que acabe por limitar el uso de internet y de nuestra libertad por la extensión enfermiza de registros, controles y sanciones propios de un intervencionismo desfasado".
Por eso en el último pleno del Parlamento Europeo los liberales holandeses - de izquierdas y derechas - alzaron su voz conjuntamente contra el "modelo francés".
Lo que parecía más un deseo de los jóvenes liberales que van dejando de serlo para ocupar puestos de responsabilidad, se ha convertido ya en la posición oficial de un partido influyente en el ámbito europeo, miembro de la Internacional Liberal, como el partido del vicepremier británico Nick Clegg y el ministro de Asuntos Exteriores alemán.
Uno y otro más hartos si cabe con la espiral censora de las nuevas leyes del copyright que promueve la troika transversal - de todo menos liberal - formada por Sarkozy, Berlusconi y José Luis Rodríguez Zapatero.
Foto | European Parlamient En Nación Red | La comisaria Kroes explota: "los derechos de autor son Muros de Berlín"