El comepollismo es una enfermedad muy extendida entre los trabajadores de la empresa.
Esta frase le valió el despido a una trabajadora de la empresa de mensajería Unipost. La lanzó en Facebook, y sus jefes consideraron que el lenguaje empleado era barriobajero, por lo que decidieron echarla a la p prescindir de sus servicios. En las mismas comunicaciones de la trabajadora, figuraban expresiones como "seremos obreros, pero no gilipollas" y "cada uno sabrá a qué le huele la boca, yo lo que sé es que a mí jamás me olerá a culo".
La mujer había sido designada representante de la CGT dentro de la sección sindical de Unipost, y utilizó la red social para manifestar su malestar por la situación de los trabajadores en la empresa. Le valió un despido reconocido por la empresa como improcedente y con una indemnización de 2.735 euros, que ahora ha sido anulado por la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Murcia, donde se ha tratado el asunto.
¿La razón? Muy simple: a la trabajadora la ampara la libertad de expresión al no haber realizado afirmaciones insultantes sino haber emitido una opinión. Conclusión: se anula el despido, aunque quizá la sentencia más firme sea aquella que dice: "Cuidado con lo que dices, cuidado a quién lo dices, cuidado con cómo lo dices" (Ambrose Bierce) y una cuestión recurrente en estos casos: ¿Es peligroso mezclar en la red la vida personal con la vida laboral? Mira que internet tiene buena memoria...
Vía | 20 minutos. Gracias a Bloodykefka por la pista. Foto | Flattop341 En Nación Red | Facebook aún tiene tus fotos de cuando hiciste la comunión