Todos estamos al tanto del caso de la periodista que denunció un sueldo de 0,75 euros por artículo publicado. En Twitter el hashtag #gratisnotrabajo está recogiendo todo tipo de opiniones sobre el caso, sirve para que los usuarios vayan denunciando otros empleos infrapagados y también para hacer pública la tarifa para redactores freelance, una tarifa que por lo que se vee y se lee no se aplica.
Ya pasó algo parecido hace un tiempo, cuando en Menéame se descubrió lo de trabajar por magdalenas, y ahora le toca al periodismo, que pasa una mala racha que recogen en PRnoticias en forma de pregunta: "¿Sobran periodistas?" La cuestión, sin embargo, trasciende al periodismo, toca el mundo blog, también las redes sociales y los foros, mancha la publicidad... y acaba siendo spam.
Porque como dice Rubén J. Lapetra en Twitter:
Escribir mensajes positivos sobre marcas en foros de forma anónima no es periodismo, es SPAM
Y aquí viene el problema de fondo. Hemos llegado a un momento en el que todo, absolutamente todo, se entremezcla. Un ejemplo personal: yo redacto en formato blog desde hace unos cinco años, y he publicado divulgación, artículos de opinión, reportajes, entrevistas, publicidad... de todo un poco, menos spam, por supuesto. La línea que venía separando todas estas variedades ya no es ni difusa, y a río revuelto es fácil que obtengan ganancias los pescadores de profesionales que necesitan un trabajo como sea. No se lo pongamos fácil, pero tampoco nos confundamos de términos: el spam no es un trabajo digno, aunque se cobre a más de 0,75 euros cada post de 800 caracteres.
Foto | Reparación del PC
