Mala leche, la de Google Canadá, que ha tirado por la vía directa a la hora de destacar las virtudes de sus servicios en un ejercicio que puede interpretarse como una mofa de los servicios que ofrecen los demás. Alguien de la empresa del buscador ha contratado publicidad en las ediciones de papel de los diarios The Globe and Mail y National Post. ¿El objetivo? Dicen que demostrar que anunciarse en prensa de papel no funciona:
You know who needs a haircut? People searching for a haircut. Maybe that’s why ads on Google work.
Que es tanto como decir: “¿Sabes quién necesita un corte de pelo? La gente que busca un corte de pelo. Quizá esa es la razón por la que los anuncios de Google funcionan”. Vamos, que Google se anuncia en prensa para demostrar que anunciarse en prensa no funciona: ¡Grouchoogle al poder! Pese a lo tonto de la noticia, lo cierto es que la forma de hacer de Google abre un buen debate sobre la brecha digital, un debate que viene cargadito de preguntas.
En primer lugar, si el anuncio digital funciona, ¿hay que entender que el anuncio en prensa no digital no funciona? Eso, que parece una perogrullada, no es necesariamente así. Uno puede ensalzar sus propias virtudes y no por ello mostrar los defectos de los demás. El anuncio se presta a las dos interpretaciones. Si somos estrictos, Google no ha dicho que anunciarse en prensa no funcione, sólo que su negocio funciona. Pero si vamos un poco más allá de lo literal…
Lo segundo es plantearse lo que más de uno se ha planteado ya, y es que si el anuncio de prensa no funciona, ¿cómo es que estamos hablando de él? Oh, sí, claro, porque se trata de una estrategia urdida por Google para que hablemos de ellos y de sus anuncios digitales. ¿Sólo se trata de eso? ¿Cuánta gente 0% digital va a reparar en el anuncio y va a decidir apostar por Google para anunciarse? ¿Es lícita esta forma de ir a robar clientes a casa de los demás? ¿Es estética?
Es más, ¿quedan anunciantes que sean 0% digitales? ¿Todavía? Y así podríamos llenar toda una jornada con cuestiones relativas a cómo las empresas afrontan los retos de futuro a uno y otro lado de la brecha digital.
Vía | Mashable