Baltasar Garzón ha denunciado que Australia no ha cumplido con su obligación de proporcionar asistencia consular a un australiano que se llama Julian Assange. “En ningún momento las autoridades consulares australianas han visitado a Assange y entiendo que es su obligación. Todos los ciudadanos australianos tienen derecho a la asistencia consular y no deberían tener que solicitarla”, denuncia el defensor de Assange.
Garzón explica que enviaron una carta a las autoridades australianas hace 15 días, pero no han recibido respuesta. El Ministro de Asuntos Exteriores australiano, Bob Carr, parecía responder a Garzón (no a lo de la carta) en una conferencia de prensa junto a Michelle Bachelet en la que anunció una donación de 6.7 millones de dólares para combatir los ataques y violaciones que sufren las mujeres en el mundo.
Según el ministro Carr, Assange tiene el apoyo de la diplomacia de su país y ha sido contactado 62 veces por funcionarios australianos. Carr le recomienda a su compatriota que responda a las preguntas sobre los presuntos delitos sexuales a mujeres que quieren hacerle las autoridades suecas (en Suecia). Carr dice estar seguro de que Suecia no extraditará a Assange a EE.UU. y recuerda que el país nórdico concedía asilo a profugos de la Guerra de Vietnam. No hay una conspitación de la CIA, asegura Carr, que no siempre dice la verdad ni hace preguntas sin trampa:
¿Por qué los Estados Unidos tratan de extraditarlo desde Suecia cuando podían haberlo hecho más fácilmente desde el Reino Unido?
Se preguntó en voz alta el ministro Carr junto a la Directora de la ONU Woman. Me pregunto si la ex presidenta de Chile, Michelle Bachelet, habrá encontrado un “minuto” para tratar con el ministro Carr lo del monumental escándalo (sexo al margen) de la empresa (público-privada) australiana, la de la maquinita de hacer dinero seguro para Bancos Centrales del mundo mundial, que sobornaba a políticos, familiares de políticos, altos funcionarios, policías, espías, diplomáticos…) para hacerse con contratos (de hacer dinero seguro) en medio mundo y que operaba desde las embajadas australianas (un procedimiento normal en las embajadas de las economías y democracias consolidadas con respecto a las menos consolidadas).
P.D. Garzón también le ha comentado a la prensa australiana que planea llevar el ‘caso Assange’ ante la Corte Penal Internacional y que las autoridades judiciales del país nórdico ha mantenido en secreto información clave que cuando el equipo legal que defiende al activista la pueda revelar causará una “gran sorpresa”. “Ahora no la podemos divulgar, pero hemos pedido a la fiscalía que tome declaración a Assange”, dijo el exjuez español que ha asumido la dirección jurídica del equipo de abogados que representa a Julian Assange y WikiLeaks.
Foto | elfer
Vía | The Australian; The Sydney Morning Herald
En Nación Red | Australia conoce hasta los cargos por los que EE.UU. pedirá la extradición de Assange