Con el anunciado cobro por consulta de sus bases de datos, La agencia estatal de meteorología, AEMET, da un paso atrás en el acceso a los datos producidos por entidades públicas y aleja a España, de los deseables patrones que la propia ley de transparencia, todavía en trámite, propugna.
De este modo, se establece una forma de repago, pago duplicado por un servicio que ya es público. Así, mientras empresas privadas, como Google, pasan a liberar datos para su uso en sistemas geográficos, estamentos oficiales, restringen el acceso público a unos datos generados gracias a la contribución de sus ciudadanos..
En diciembre de 2010, la agencia anunciaba nuevos servicios de acceso público a sus ficheros para facilitar el procesado de los datos que estos recopilaban mediante un servidor ftp libre, ftp://ftpdatos.aemet.es/, que ya no está disponible. Este servicio, es de acceso común para investigadores y trabajadores para los que el conocimiento de las dinámicas climáticas, sus series y la previsión de su evolución son fundamentales en su labor diaria, con un tráfico que llegó el año pasado a los 190.000 accesos diarios.
La exclusión de pago para fines no lucrativos sumará burocracia a un proceso antes transparente sin aportar nada, dado que, en ningún caso este cobro cubrirá costes de un servicio público, que como tal, no debe perseguir la rentabilidad económica entre sus objetivos.
La inclusión de tasas al acceso de estos datos, supondrá una merma en la calidad general de nuestra calidad investigadora y un retroceso en la calidad democracia de un estado que ha tratado de vender a la opinión pública que tiene como objetivo avanzar en la transparencia. Animismo, muchos de estos datos tiene una repercusión directa en la seguridad de los ciudadanos, como por ejemplo en la elaboración de mapas de riesgo forestal.
Con el hashtag #OpenAEMET, se está tratando de expresar el descontento generalizado respecto a esta medida en Twitter, por parte de la comunidad de científicos y trabajadores. Junto con esto, se ha iniciado una recogida de firmas mediante la plataforma Change.org.
Vía| El país , 20 minutos