Errores del PP. 600 trabajadores del GEPEX a la calle [por Enrique Castro]

Enrique Castro es programador PHP y un destacado ciberactivista. Analista de comunicación política en Internet. Escribe habitualmente en su weblog El viento rozando mi cara

Ahora también es colaborador de Nación Red.

Uno de los problemas de nuestra democracia, es que tanto con el PSOE como con el PP y tras las Campañas Electorales, prometen y dicen unas cosas, pero una vez que están en el respectivo gobierno de turno, hacen todo lo contrario. Hoy en Nación Red quiero subrayar un tremendo error por parte del Presidente de la Junta de Extremadura, Jose Antonio Monago (del PP) al decidir “regularizar” (eufemismo que significa despedir) a 600 trabajadores del GEPEX. El Centro de excelencia del Software Libre de Extremadura y por que no decirlo…de España.

Extremadura se ha caracterizado por ser una Comunidad Autónoma que impulsó el uso de los estándares libres en la gestión informática, en la educación y en la difusión de este tipo de tecnologías, tanto en el sector público, en la administración (menos en las BB.DD de sus servidores) como en el sector privado. Un factor, a mi juicio muy positivo, dado que es una apuesta por la competitividad en I+D+i. El gran ideólogo al tiempo que ejecutor de esta factoría de talento en nuestro país fue Luis Millán Vázquez de Miguel. Tuve personalmente la fortuna de conocerle en primera persona. Todo un pionero, una persona valiente, creativa e innovadora. Hasta hace poco tiempo ha estado presidiendo FUNDECYT, con anterioridad ostentó la Consejería de Innovación de la Junta de Extremadura con Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Los cambios políticos experimentados en esta Comunidad Autónoma, con la victoria del PP, han provocado su marcha (dimitió) en FUNDECYT y el anterior gobierno de Fernández Vara, no lo tuvo en cuenta. De puertas para adentro del PSOE, el cambio que supuso la marcha de Rodríguez Ibarra a Fernández Vara no fue del todo “tranquilo” como se ha podido vender en el pasado…más bien todo lo contrario.

Pero huyendo ya de personas aunque no de políticas, una de las grandes aportaciones de la fábrica extremeña de Software Libre ha sido GNULinex. Un sistema operativo basado en el núcleo GNU con una distribución Linux basada en DEBIAN. Este programa, puso en observación y punto de mira al mismísimo Bill Gates allá por el 2006, en la recordada visita que el magnate del software propietario realizó al ya ex Presidente Rodríguez Zapatero. La experiencia extremeña puso en jaque todo el modelo tradicional de distribución monopolística del software, hasta el punto que la Comisión Europea multó a esta multinacional por prácticas prohibidas en los Tratados de la Unión. No obstante y a pesar de esta irregularidad, la ex Secretaria de Estado de Educación Eva Almunia, firmó un acuerdo sin concurso ni publicidad con esta multinacional en fraude de ley (probable y/o presunta corrupción) para implementar la “Pizarra electrónica” entre otras muchas aplicaciones educativas.

Pero todo esto ya es pasado…y aparentemente la forma de gobernar del PP consiste en “contar con algunos y no con todos” aún a pesar de las declaraciones realizadas por el ya Presidente Rajoy. Ejemplo palpable es el despido en masa (600 familias) en la empresa pública GEPEX. Donde todas las iniciativas que el Comité de Empresa está llevando sobre la mesa negociadora (reducción de jornadas, reducción de salarios, etc…) están cayendo en el “autismo selectivo” que el actual gobierno del Partido Popular del Presidente Monago está desempeñando.

Sin duda una auténtica aberración y un motivo más para este “sutil” exilio y emigración al que miles de jóvenes talentos tanto en Extremadura como en España están sometidos. Todo ello aderezado y gracias a los caprichos de nuestros gobernantes de Telediario. En el caso de Monago más aún si cabe, cuando afirmaba en campaña electoral que “Lo primero es el empleo”.

El cierre del GEPEX, será un elemento de perdida de competitividad de nuestra Nación. Y al que el Presidente Rajoy debería tomar buena nota en la gestión de su subordinado.

Foto | Esperanza Aguirre (flickr)