El bloguero E.D. Kain aprovechaba esta semana su rincón en Forbes para advertir a sus lectores estadounidenses sobre el ACTA. Un acuerdo que no está precisamente congelado y que es peor que la SOPA.
Un acuerdo que ha encontrado una dura y firme resistencia en Polonia después de conocerse que el gobierno ha autorizado a su embajador en Japón, depositario del acuerdo, a firmar mañana la adhesión de Polonia al ACTA como ya ha hecho la UE de Rompuy y Barroso, aunque el Parlamento Europeo no ha dicho su última palabra.
Ayer un apagón en la red polaca en protesta por la firma del ACTA, inspirado en el blackout sopero, venía acompañado de un ataque demoledor de Anonymous, que ha tumbado prácticamente todas las webs institucionales relacionadas de una u otra forma con el poder político.
La protesta, que está en las calles, recibía apoyos incluso de eurodiputados polacos que han pedido perdón por votar "sin saber" a favor del ACTA. El gobierno no cede, por ahora.
El gobierno de Austria también se dispone a firmar mañana el ACTA en Tokio según informan medios del aquel país. El tratado también será firmado por el embajador de Irlanda en Japón, John Neary. Se espera que lo hagan los embajadores de otros países de la UE en otra muestra del secretismo y la falta de transparencia que ha acompañado todas las negociaciones de un acuerdo que convierte a los proveedores de Internet en policía del copyright y obliga a los países a endurecer la tipificación de los delitos por vulneración de la propiedad intelectual con penas de cárcel. Por cierto que en alguna de las manifestaciones contra el ACTA, que se han repetido hoy en varias ciudades polacas, la policía ha cargado contra algunos grupos de manifestantes y hay 24 detenidos. [[image: {"alt":"Polonia ACTA","src":"c062f9\/polonia-acta","extension":"jpg","layout":"normal","height":242,"width":550}]] La Defensora del Pueblo de Polonia ha exigido explicaciones al primer ministro sobre la firma del ACTA y el proceso seguido durante las negociaciones.
En Nación Red | El gobierno polaco quiere ratificar el ACTA el jueves para evitar que se enfríe como la SOPA; Bruselas no frena su ofensiva pro ACTA en pleno debate mundial sobre las leyes contra Internet