Como siempre, cuando todo falla en los intentos de controlar Internet, los liberticidas sacan la artillería pesada. Primero piratas, luego narcotraficantes y terroristas. Y si eso no es suficiente, pederastas. Así es como el Ministro de Seguridad Pública canadiense, Vic Toews, llama a cualquiera que se atreva a oponerse a la ley de espionaje de Internet en el país americano.
La ley, que ha vuelto a ponerse en la mesa, permitirá que el gobierno obtenga información sobre los clientes de las operadoras sin ningún tipo de orden judicial. A simple petición. Las operadoras deberán facilitar al gobierno los datos relativos a las direcciones IP, cuentas de correo, números de teléfono y cualquier otro tipo de información que les pidan.
También estarán obligadas a instalar dispositivos capaces de una vigilancia en tiempo real, para luego convertirse en una suerte de "policía de las ondas" que se dedicara a chafardear lo que dicen sus clientes.
Más de 80.000 personas ya han firmado contra la nueva salvajada ideada por los liberticidas, y cuando desde la oposición le preguntaron al Ministro Toews, no dudó en justificarla en el ámbito de la lucha contra la pornografía infantil:
[Los que se opongan a la nueva ley] pueden estar de nuestra parte, o en el bando de los pederastas.
Y otra vez se quedó tan ancho cuando, curiosamente, a principios de mes se desarticulaba una importante red de pornografía infantil en Canadá, sin necesidad de ningúna ley de espionaje de las comunicaciones de todos los ciudadanos.
Ya está bien que bajo el manto de los niños, porque parece que ya nadie piensa en los niños, se pretendan cometer este tipo de atropellos que convierten a Orwell y Bradbury en simples payasos.
La falacia de "si no tienes nada que ocultar, tampoco tienes nada que temer" es usar el miedo para conseguir más poder. Y los que utilizan el miedo para modificar nuestros modos de vida y que les cedamos el poder, tienen un nombre.
Via | Ars Technica Foto | Public Safety Canada