El Senado debatirá el miércoles una moción intachable y ejemplar en la que se pide al Gobierno que modifique la normativa sobre Sociedad de la Información para "garantizar el cumplimiento del principio de neutralidad de la red por parte de los proveedores de telecomunicaciones que operan en España".
El ponente y defensor de la moción es el senador popular por Valladolid, Idelfonso Pastor, un joven político que no ha perdido el sentido común ni del humor. En su página de Facebook cita a Groucho Marx, "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados".
Problema serio, es el que tiene Internet con este gobierno y "algunos operadores" como bien explica el senador cuando literalmente escribe en su moción que "la posición de dominio que tienen algunos operadores, hace especialmente necesario que las leyes protejan la neutralidad en nuestro país".
La moción define y defiende la neutralidad de la red, exigiendo que los paquetes que circulan por las redes de los operadores españoles, no puedan ser filtrados para "privilegiar, degradar, limitar o impedir el acceso a cualesquiera páginas o servicios". No estamos ante una iniciativa aislada de un heterodoxo y temerario senador.
No, la iniciativa de Pastor cuenta formalmente con el respaldo ¿sin fisuras? del Grupo Popular. Veremos si van todos a votar. Por lo demás más claro no se puede hablar:
Internet, tal y como la conocemos, está amenazada "por los intereses de algunas operadoras de telecomunicaciones" que pretenden privilegiar la velocidad de algunos servicios mientras degradan las de otros en "en función de sus intereses comerciales [...] incluso bloqueando directamente algunos protocolos y servicios de Internet para sus clientes".
Las consecuencias de la ruptura de la neutralidad de la red sobre la libre competencia serían devastadores, ya que cualquier proveedor de acceso a Internet podría distorsionar a su gusto el tráfico de sus clientes para beneficiar a la empresa que pagara por ello, o incluso dividir su oferta de acceso a Internet en paquetes de páginas y servicios a los que el cliente vería limitada su conexión, cobrando de este modo diferentes cuotas de suscripción en función de la página o servicio al que se desee acceder.
Si se permitiera la ruptura de la neutralidad de la red los clientes de cada operador de telecomunicaciones podrían ver restringidos servicios enteros, como por ejemplo las llamadas telefónicas a través de Internet, o podrían ver degradada la velocidad de descarga de contenidos de algunas páginas web para que de este modo sólo puedan ser consumidos desde otro portal de la competencia.
Esta perseguida integración vertical del negocio de los contenidos en Internet es especialmente peligrosa si tenemos en cuenta el limitado número de operadores con red propia que existen en el mercado de las telecomunicaciones, que en la práctica actúan como un oligopolio, y que poseen poderosos incentivos económicos para romper de forma generalizada la neutralidad de la red sin que quepa operador alternativo neutral para los usuarios.
La petición, impulsada también por Alfonso García Vicente, presidente de NN.GG de Castilla y León y diputado regional, explica la importancia de Internet para los ciudadanos: "Ha cambiado la forma en que nos relacionamos, comunicamos, informamos y aprendemos. Ha transformado asimismo el modo de trabajar, consumir y hacer negocios. En definitiva, ha permitido superar barreras físicas y geográficas que condicionaban las libertades y oportunidades de los ciudadanos".
Pero el PP del Senado no se para ahí, está revolucionado. En el mismo pleno Francisco Vázquez, senador por Segovia, preguntará Gobierno si piensa reclamar a la SGAE la devolución de los importes que la Administración General del Estado ha pagado en concepto de canon digital. Mientras que el incansable José María Chiquillo, portavoz sectorial de Nuevas Tecnologías preguntara al gobierno si piensa adoptar alguna medida para ofrecer a los usuarios de telefonía e Internet un servicio de calidad a un precio justo. Chiquillo algún día lo conseguirá.
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