Las enmiendas del Partido Popular son lo menos ambicioso que se puede plantear. En caso de ser más suaves, serían simplemente una ronda de aplausos. Enrique Dans.
El sidecar que acompaña a la LES con la bomba contra las libertades en la red que llamamos Ley Sinde fue abandonado por el embajador de Bush con una nota que decía "esto se tiene que aprobar".
Lo dejo en la puerta del Congreso pero la oposición no compró aquel trasto liberticida por las presiones de los internautas y la cerrazón socialista que no quería cambiar una coma para no molestar a Olcese y a los del Cine que ahora nos invitan a cervezas. Fue hace escasamente una semana. Historia por todos conocida. Ya leyenda por ahí fuera.
Ahora el PP en su legítimo papel de partido conservador (tradición y propiedad antes que libertad y modernidad) está dispuesto a apañar el sidecar con los parches o enmiendas que ya ofreció y que tan poco le gustaron, por ejemplo, a Enrique Dans.
El PSOE como ha contado hoy David Ballota en este mismo blog no ha tenido más remedio que recurrir a Rajoy. Una rectificación en toda regla que pone la pelota de la Ley Sinde en el tejado del PP en el Senado. Allí se aprobará con la aceptación de las enmiendas populares. Todas o en parte.
El PP resucita la ley Sinde. Los posibilistas lo consideran una mejora. Los "exaltados" una gran derrota. ¿El sidecar del embajador se cuela en el Senado empujado por Don Mariano Rajoy y una mano de pintura?. ¿Un avance o un apaño?.
Foto | Contando Estelas