Aunque el desplome socialista ya dibuja azul intenso el gráfico del anunciado triunfo popular en toda España, hay algún síntoma preocupante que se analiza con discreción en la sede de la calle Génova y con menos precaución en el “cuartel secreto” de Alberto Ruiz-Gallardón.
El marianismo hace como que no existe la guerrilla digital pero desde hace días cuando recibe la encuesta diaria de seguimiento electoral (tracking) y la compara con otras detalladas macroencuestas (modelo CIS) llega a la conclusión de que “algo pasa en ciertos perfiles bien definidos” que se relaciona en mayor o menor medida “con el desencanto extremadamente activo que se respira en la red y que incluye la llamada directa a no votar al PP”.
Algo que se diluye en intensidad – o no se puede apreciar – cuando se hace una comparativa general o sobre circunscripciones y encuestas pequeñas pero que en Madrid se deja notar o se ha podido identificar, especialmente en la capital, cuando estamos a una semana del 22-M y diez meses de las elecciones generales que el PP espera ganar por una abrumadora mayoría absoluta y más de 15 puntos de diferencia con el PSOE.
Pero antes de arrasar y llegar a la Moncloa se puede dar la “curiosa” circunstancia de que el PP descienda en Madrid; además de perder en Navarra y Asturias sin bajarse del autobús por las escisiones que no ha podido o sabido evitar Mariano Rajoy. Pero esto último ya es de otro negociado político y no del que puede tener una relación directa con el apoyo del PP a la Ley Sinde.
Si el efecto NoLesVotes se está dejando notar en toda España no es fácil de dirimir. Pero esa inquietud existe en Madrid y más después de “llevar al laboratorio de Arriola lo que parece un brote verde o magenta” que habría sobrevivido al potente pesticida o boicot mediático que aseguran las amistades peligrosas de Rajoy y Gallardón con determinados editores, productores y creadores partidarios de la censura en la red.
Aunque la inquietud generada por la demoscopia en el laboratorio popular “sea llevadera” por el “papelón de los socialistas”, sí que se ha decidido seguir con especial atención “lo que pueda significar de cara al resultado final cierto movimiento de voto entre dos partidos” y “el comportamiento de los nuevos votantes” dentro del capítulo que los sociólogos han venido a bautizar como voto crítico y que se muestra mayoritariamente indeciso entre votar en blanco o votar a un partido que en ningún caso sería el PP (y menos el PSOE).
Valoración, prospección y análisis de cara 22-M, pero que también se pasa por el “simulador” de las elecciones generales, cuando, entonces sí, los electores le pongan una única cara al PP en toda España que es la de Mariano Rajoy. Aunque hoy por hoy el marianismo que se ha entendido con Sinde no puede estar mejor representado que por Alberto Ruiz-Gallardón, símbolo indiscutible del buen entendimiento con el poder editorial, político, cultural y financiero que ayer contestaron en Madrid miles de ciudadanos al grito de No Les Votes.
Foto | Gallardón por Madrid