Hace pocos días tuvimos conocimiento de la publicación del memorandum “Bases para el fin de la piratería”, en el que el abogado Josep Coll Rodríguez expone un plan para acabar con lo que él denomina “piratería”. Como parte de dicho plan se propone un pacto entre el Partido Pirata y las Entidades de Gestión, afirmando que hay muchos puntos de unión entre ambas partes. El Partido Pirata (como parte mencionada en dicho documento) desea realizar los siguientes comentarios:
1. El uso del término “piratería” resulta ambiguo por haber sido utilizado para referirse a actividades tan dispares como el “top manta”, la copia de documentos para uso personal, el libre intercambio de archivos a través de redes P2P o el uso de software libre, habiéndose incluso rechazado su uso judicial por no estar tipificado dicho término en el código penal. Incluso la Ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, desaconseja el uso de dicho término por considerar que criminaliza a los usuarios.
2. La propuesta de “que las novedades cinematográficas, discográficas, literarias etc. no estén disponibles de forma gratuita en la red, aunque sólo sea durante el periodo de su lanzamiento o novedad” es inaceptable en la época actual, en la que artistas tanto famosos (como Bruce Springsteen, Coldplay o Bebe, por citar algunos) como poco conocidos (como los que pueden encontrarse en Jamendo, por ejemplo) utilizan con éxito Internet como canal de promoción y venta de sus obras. Mientras tanto los canales tradicionales de promoción, como las radiofórmulas, están en decadencia, al igual que las ventas de CD. Pretender no estar en Internet es como pretender viajar en trenes de vapor para evitar tener accidentes de tráfico en una autopista.
3. La propuesta de que cada lanzamiento cinematográfico, discográfico o literario deberá tener una partida como el fotógrafo, o un anuncio en una revista, ayudada por las Entidades de Gestión y el Ministerio de Cultura resulta poco creíble, dado que tanto las entidades de Gestión como el Ministerio de Cultura han ignorado de forma sistemática a la inmensa mayoría de los creadores de este país, ayudando solamente a un pequeño porcentaje de socios de las Entidades de Gestión. Por otra parte ¿Cuańtos ejemplares de esa revista se publicarían y cómo se distribuirían? ¿Con qué frecuencia? ¿Cuál sería el coste de dicho despliegue publicitario? ¿Sería rentable económicamente?¿ Se pagaría dinero a todo el que publique, componga o haga una película? ¿No será esta ayuda un incentivo para producir en gran cantidad aunque con una calidad ínfima? ¿No distorsionaría esto el mercado de la oferta y la demanda?
4. La propuesta del uso de un sistema (“Red Points”) de eliminación u ocultación de contenidos en servidores ajenos, tampoco es aceptable si no se explica como resulta posible tal cosa sin violar algunos principios éticos y legales básicos ¿Cómo funciona tal sistema? ¿Entra sin permiso en servidores ajenos eliminando o modificando información? ¿Bloquea el acceso a ciertas páginas web en contra del principio de neutralidad de la red?
5. La propuesta de establecer acuerdos de colaboración con los servicios de hosting es algo que las Entidades de Gestión deberán tratar con cada empresa de forma individual. No puede obligarse a ninguna empresa a establecer acuerdos con ninguna asociación de forma obligatoria. En ningún caso estos acuerdos pueden ir en contra de la actual Ley Orgánica de Protección de Datos, por lo que las empresas de hosting no podrían transferir datos personales sobre los ususarios de las webs a las Entidades de Gestión.
6. Las propuestas de “educación en las escuelas mediante salidas a estudios de grabación para enseñar cuales son los pasos de la creación de un disco, una película o libro” y de “editar un disco por clase con canciones creadas y cantadas por los propios alumnos” están planteadas de modo confuso y, por lo tanto, no pueden ser llevadas a la práctica. No se mencionan los objetivos, ni los contenidos, ni nada relativo a la evaluación, ni tampoco orientaciones metodológicas. Parece insinuarse que el objetivo fundamental de dicha actividad es conseguir que el alumnado sea consciente de las razones por las cuales el actual modelo de la industria discográfica (y, por extensión, de la industria cultural) es incapaz de competir con Internet: la comparación entre los procesos de producción y distribución de la industria discográfica tradicional y la producción y distribución de contenidos en Internet convencerá a la mayor parte del alumnado de la obsolescencia de la actual industria cultural. El Partido Pirata no se opone a estas enseñanzas, aunque duda de que puedan ser de interés para las Entidades de Gestión.
7. No existe la entidad denominada “Partido Europeo Pirata” a la que se refiere el memorandum, aunque si existe una plataforma en construcción (PPI) para la colaboración de los partidos pirata a nivel internacional, en la que estamos integrados mas de 10 partidos pirata de la UE. Existen representantes del Piratpartiet sueco en el Parlamento Europeo, sin autoridad sobre otros partidos piratas. También existe un Partido Pirata de España. Dicho esto debe aclararse que las presuntas coincidencias entre el Partido Pirata y las entidades de gestión citadas en el memorandum no son ciertas:
El Partido Pirata admite la retirada de ciertos contenidos de Internet (pederastia, por ejemplo) mediante una intervención judicial previa. Las Entidades de Gestión piden la retirada de otros contenidos (obras con copyright) mediante un acto administrativo sin intervención judicial previa.
El Partido Pirata no habla de copyright, sino de derechos de autor, que se dividen en derechos morales y derechos de explotación. Es la duración de los derechos de explotación la principal fuente de conflictos. El Partido Pirata aboga por reducir en lo posible la duración de dichos derechos de explotación tanto como sea posible (su total eliminación o una reducción excesiva, aunque tentadora, no sería recomendable por constituir una amenaza al software libre). Las Entidades de Gestión abogan por ampliar tanto como sea posible la duración de dichos derechos de explotación (como ha ocurrido en tiempos recientes
El Partido Pirata cree que hay que mantener la intimidad del internauta. Las Entidades de Gestión han exigido en los tribunales el acceso a los datos personales de los internautas.
El Partido Pirata cree que el software creado por las administraciones públicas debe ser libre. Las Entidades de Gestión ganan dinero con cada soporte utilizado para almacenar software libre.
El Partido Pirata defiende la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Las Entidades de Gestión solo defienden la segunda parte del artículo 27 de dicha declaración.
El Partido Pirata no cree en el concepto de lucro cesante. Las Entidades de Gestión creen en el concepto de lucro cesante.
El Partido Pirata nunca ha rechazado el diálogo, pero no somos considerados como interlocutores por el Ministerio de Cultura. Como se dice en el memorandum en cuestión “los representantes de las Entidades Gestión con sueldos escandalosos, ya no dan la cara ni comparecen, se esconden en sus sedes dando por sentado que la ciudadanía no merece una explicación” y, sin embargo, el Ministerio de Cultura los acepta como interlocutores.
El Partido Pirata cree que es el autor quien debe decidir que quiere hacer con su obra: venderla, regalarla o ceder algunos de sus derechos. Las Entidades de Gestión creen que pueden exigir dinero por toda obra, independientemente de que su autor haya decidido venderla, regalarla o ceder algunos de sus derechos, y el Ministerio de Cultura apoya a las Entidades de Gestión en sus pretensiones.
Al Partido Pirata no le atañen los problemas que, bajo el término genérico de “piratería” afectan a un modelo de gestión industrial de la cultura que considera obsoleto. Las Entidades de Gestión consideran que su modelo de negocio es viable, y consideran a la “piratería” una perversión del sistema por la que toda la sociedad debe pagar.
El Partido Pirata ve Internet como una fuente de conocimiento e información, además de como una magnífica plataforma de servicios y de organización de la sociedad. Las Entidades de Gestión ven a Internet, según el memorandum, como una fuente de publicidad y negocio.
El Partido Pirata no cree en el concepto de propiedad intelectual, y promueve y practica el uso de licencias libres gracias a las cuales una obra puede ser difundida con retribución cero para sus autores si estos así lo deciden. Las Entidades de Gestión, según se deduce en el memorandum, creen que no puede haber retribución cero para los titulares de propiedad intelectual.
Conclusiones
El objetivo de las Entidades de Gestión es el mantenimiento de un sistema industrial de gestión de la cultura totalmente obsoleto. El Partido Pirata no tiene ningún interés en trabajar para el sostenimiento de dicho modelo.
No hay puntos de unión entre el Partido Pirata y las Entidades de Gestión.
Pederastia, intimidad y derechos de autor son asuntos totalmente independientes que no deben ser tratados de forma conjunta. El tratamiento que se otorgue a uno de ellos no es necesariamente aplicable a los otros.
No es necesario acostumbrar a la ciudadanía a pagar por los contenidos en la red, dado que es posible la publicación de contenidos gratuitos. Cada autor es libre de decidir si renuncia a algunos de sus derechos o no, y cada internauta es libre de buscar contenidos gratuitos o de pago.
Salvo que se aporten las oportunas explicaciones cualquier sistema que presuma de poder eliminar contenidos de cualquier lugar de Internet es sospechoso, como mínimo, de estar violando la neutralidad de la red o de estar realizando intrusiones no autorizadas en servidores. El Partido Pirata no apoyará ni firmará acuerdos basados en dichas prácticas mientras no se le demuestre que sus sospechas son infundadas.
El memorandum rechaza de forma absoluta las intervenciones judiciales. El Partido Pirata, por respeto al artículo 20.5 de la Constitución Española, no puede aceptar acuerdos que excluyan al poder judicial de su función de garante de la libertad de expresión.
El memorandum pretende que TODAS las novedades sean indescargables en Internet. El Partido Pirata no firmará acuerdos orientados a privar a Internet de nuevos contenidos.
Conclusión final
La industria cultural es libre de adaptarse a los nuevos tiempos o de lamentar que los viejos tiempos hayan pasado. Los problemas que pueda tener si decide no adaptarse no son asunto del Partido Pirata ni, creemos, de la mayoría de los internautas. Tras un análisis del memorandum “Bases para el fin de la piratería”, del abogado Josep Coll Rodríguez, el Partido Pirata de España ha desestimado la posibilidad de establecer conversaciones con las Entidades de Gestión basadas en dicho documento.
Vía | Partido Pirata de España
En Nación Red | El Plan del abogado de Ramoncín para acabar con la piratería